El Gobierno Central reportó un superávit primario del 0,3% del producto interno bruto (PIB) durante los dos primeros meses de este año, equivalente a ¢127.500 millones. Esto implica que los ingresos superaron los gastos sin intereses. Sin embargo, hubo un leve deterioro en el resultado fiscal, al induir el gasto por la deuda en el que incurre el Ejecutivo.
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