Costa Rica quiso unirse en 2022 a la tendencia mundial de atraer nómadas digitales, un perfil de trabajadores que se popularizó luego la pandemia.
Para hacerlo, el país creó, a través de una ley, una visa especial para nómadas digitales bajo el nombre de la subcategoría migratoria de Estancia para Trabajador y Prestador Remoto de Servicios, los cuales deben cumplir con una serie de requisitos para obtenerlo.
Desde entonces y hasta el 30 de setiembre de este año, Costa Rica recibió 1.225 solicitudes de visas, de las cuales con concedió 949, casi el 78%.
Aumentan las cifras
En su primer año de implementación, Costa Rica recibió 455 solicitudes de personas interesadas en obtener la visa de nómada digital. Esta cifra incluye al titular del documento, es decir, al solicitante directo, pero también existen dependientes, que pueden ser parejas, hijos menores de 25 años o adultos mayores que convivan con el trabajador remoto.
Ese año hubo un total de 193 respuestas positivas, número que creció a las 555 en el 2023, periodo en el que también aumentaron las solicitudes.
Este año, hasta el 30 de setiembre, 193 personas habían solicitado este permiso de residencia especial, mientras que se habían aprobado 201. Esta cifra es mayor porque puede deberse a procesos que venían del año anterior y que hasta en 2024 tuvieron resolución.
El principal requisito para aplicar a este visado es que la persona extranjera debe percibir mensualmente ingresos por $3.000 provenientes del exterior. En caso de solicitar la permanencia legal para sus dependientes, el monto mínimo aumenta a $4.000.
Además de eso, deben aportar documentos como estados de cuenta, completar un formulario de solicitud, pagar $100 al Gobierno costarricense, entre otras obligaciones.
¿De dónde son los nómadas visados?
Los datos de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), encargada de llevar a cabo este proceso, revelan dos grupos principales: aquellas nacionalidades que más solicitudes presentan y las que tienen más visas aprobadas por Costa Rica. Aunque hay países que coinciden en ambos listados.
Los estadounidenses son los que más desean venir a Costa Rica a establecerse temporalmente bajo esta subcategoría migratoria. Un total de 580 trabajadores remotos de ese país han presentado solicitudes, lo que significa casi la mitad del total.
Le siguen los canadienses, con 138 peticiones, y los rusos, con 66. Entre los diez primeros lugares están también países europeos, latinoamericanos, junto con India e Israel.
Los mismos tres países están a la cabeza también en la lista de las visas de nómadas digitales aprobadas. Un grupo de 455 de los 580 estadounidenses han recibido luz verde para su permanencia en Costa Rica con este permiso especial.
Otros 105 canadienses y 57 rusos han podido trabajar remotamente en el país como nómadas digitales oficialmente reconocidos.
En la lista de los diez primeros puestos aparecen 48 británicos, 13 salvadoreños, 10 españoles, entre otras nacionalidades.
Por otra parte están las nacionalidades menos comunes. Entre los nómadas digitales con visa en Costa Rica en los últimos tres años han estado un ciudadano de Noruega, Trinidad y Tobago, Singapur, Mauricio, Hong Kong, Chipre, Irlanda, Uruguay, entre otras naciones.
Personas de 63 países se han postulado para recibir este visado, pero solo se le ha aprobado a trabajadores de 58 de estos territorios.
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) considera que es “bajo” el número de personas que han ingresado al país bajo la condición migratoria de trabajador remoto y, más bien, la entidad cree que muchos más nómadas entran al país bajo la condición de turistas regulares para evitar los trámites.
Esta misma idea la expresó el exdiputado Carlos Ricardo Benavides, impulsor del proyecto de ley que creó el visado para nómadas digitales. A mediados del año anterior, Benavides comentó a EF que muchas personas que trabajan remotamente prefieren no complicarse y, además, desean hacer una estancia corta en el país.
Para ese momento, el exlegislador también reconoció que la cantidad de visas concedidas no correspondía con la expectativa que se tenía previamente.
“Lo más relevante es que Costa Rica ya cuenta con una legislación que permite este tipo de visados, lo que brinda una base legal y beneficios para aquellos que optan por gestionar este permiso de permanencia temporal”, comentó Martí Jiménez, presidente de Canatur.
La Cámara agregó que, aunque carecen de datos, la percepción es que muchos de estos nómadas digitales optan por alojarse en establecimientos de hospedaje no tradicionales, tipo Airbnb.