Pero luego hubo un retroceso. Desde enero del 2022 las empresas del Régimen Definitivo iniciaron un proceso de desaceleración en el crecimiento de sus exportaciones, hasta llegar al -2,3% en febrero.

La caída en las exportaciones es reflejo de la actividad productiva de este régimen.

Para enero del 2023 el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) registró un incremento interanual del 4,2%.

Sin embargo, este crecimiento se debe en su mayoría al desempeño de las compañías que están bajo el régimen tributario de Zonas Francas, o Régimen Especial.

El IMAE para las empresas en zonas francas se calculó en 22,9%.

Está muy por encima del modesto 1,1% de las que están en el Régimen Definitivo.

Esta caída en la producción del Régimen Definitivo responde a una contracción de las actividades de manufactura, construcción, agropecuaria y los servicios de administración pública.
"Impactará el crecimiento económico de nuestro país"

El economista Gerardo Corrales dijo a este medio que estas cifras son, en parte, consecuencia de la apreciación cambiaria, cuyos efectos negativos han sido advertidos en al menos cuatro ocasiones a las autoridades del BCCR.

"En el tanto en que haya una caída de las exportaciones se va a requerir menos demanda de factores de la producción, especialmente trabajo, con lo que tendríamos una caída de ingresos y contratación", señaló.

El también economista y exdirector del Banco Central Alberto Franco señala que este menor dinamismo en las exportaciones de este grupo de empresas podría responder a una menor demanda desde el exterior.

También coincide en que es debido al efecto que tiene el comportamiento del tipo de cambio del dólar sobre los ingresos y la rentabilidad de las actividades exportadoras de bienes y servicios.

"Impactará el crecimiento económico de nuestro país y también el empleo y los ingresos de quienes se dedican , directa o indirectamente, a actividades que se orientan al sector externo", señaló.

Se estima que el Régimen Definitivo representa el 85% de la economía del país y genera 1.700.000 empleos. Además, aquí se ubican las compañías que pagan todos los impuestos.

El otro 15% es producido en el Régimen Especial, en el que hay exención de pagos tributarios. Aquí se emplean otras 190.000 personas, principalmente con perfiles técnicos o profesionales.

Debido a esto, un menor crecimiento del primer sector no solo se traduce en un impacto negativo para el empresariado.

También para el Ministerio de Hacienda, que recaudaría menos impuestos.