Actualmente, cuando un consumidor compra gasolina Súper en una estación de servicio, el 40% del precio final que paga por cada litro corresponde al impuesto único a los combustibles.
Este porcentaje, en la gasolina Plus o regular es del 38%.
El impuesto único a los combustibles es una carga tributaria, establecida por medio de la Ley 8114 del 2001 y se actualiza trimestralmente según la inflación registrada.
El costo de las gasolinas representa el 42% y 43% del precio total, y el impuesto único está cada vez más cerca de ese valor.
En el siguiente gráfico se pueden observar las variables que componen el precio de los combustibles. La franja azul es el costo de adquisición de cada producto (que refleja las gestiones de compra de Recope) y la gris representa el impuesto:
El precio por litro de gasolina Super es de ¢690 por litro, lo que implica que el usuario paga ¢273 por impuesto único; mientras que la gasolina Plus tiene un precio de ¢679 por litro, y el impuesto único representa ¢261.
Las gasolinas super y regular, junto con el diésel, son los combustibles de mayor consumo en el país y representan el 76% de las ventas anuales de Recope.
Otro aspecto que incide en los precios de los combustibles es el subsidio a algunos productos: el búnker, el gas licuado de petróleo y el combustible que usa la flota pesquera nacional obtienen un subsidio de las gasolinas y del diésel.
Los usuarios de gasolinas y diésel pagan alrededor de ¢13 por litro para otorgar esos subsidios.