Será la próxima administración la que sacará provecho de una regla fiscal más flexible, según los cálculos que hace el ministro de Hacienda, Nogui Acosta.
“Ya no lo vi”, dijo el jerarca durante una entrevista con El Observador, refiriéndose a que se habrá acabado el actual periodo presidencial cuando se libere la regla fiscal, la herramienta que limita el gasto del Gobierno Central.
Según los cálculos de Acosta para el cierre del 2025 la relación entre la deuda del Gobierno Central y el Producto Interno Bruto (PIB) habrá caído por debajo del 60%. Con esto se habrá cumplido el requisito para flexibilizar el gasto. Sin embargo, la ley estableció que el gasto se podría aumentar hasta dos años después de que esto ocurriera, es decir, en el 2027.
Cuando esto ocurra quien ocupe los cargos en el Poder Ejecutivo podrá invertir ¢80.000 millones adicionales en ese primer año, gracias a que se levanta la restricción de gasto impuesta por la ley con el fin de sanear las finanzas públicas de Costa Rica.
“El presupuesto del 2027, que no lo estaríamos viendo nosotros, llevaría ese aumento en la capacidad de pago”, dijo Acosta.
Esta es una de las respuestas del ministro cuando se le cuestiona por la baja en la inversión social (cobertura de programas para atender la pobreza y a jóvenes vulnerables) y por haber dedicado en el 2023 el porcentaje más bajo del PIB a la educación durante los últimos años.
El jerarca considera que cuando se liberen estos ¢80.000 millones adicionales el gasto social podrá aumentar, pero por ahora considera que hacen falta recursos para atender las necesidades de estas poblaciones y mejorar las coberturas de los programas.
Según explicó en el 2023 el Gobierno pudo haber logrado bajar la relación deuda PIB del 60%. Sin embargo el prefondeo que hizo a través de los eurobonos evitó que la deuda cayera todavía más, pero considera que era vital hacerlo para la estabilidad al largo plazo.
“Si yo hubiese tenido un cálculo político hubiera aceptado eso, hubiera tenido este 2025 un presupuesto más alto y adivina qué, frente a unas elecciones podría haber hecho un despilfarro”, añadió.
Según datos del Ministerio de Hacienda a febrero del 2024 la razón deuda/PIB alcanzó el 58,1% (de forma preliminar). Esto significa una diferencia de 3 puntos porcentuales al compararle con el mismo periodo del 2o23, cuando el valor llegaba a 61,1%.
El 42,4% de esa deuda es interna y el 15,7% es externa.
Consolidación fiscal
En la reciente misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Costa Rica, el organismo concluyó, entre otras cosas, que “se espera que las autoridades aumenten el balance primario este año, y la deuda está en camino de reducirse por debajo del 60% del PIB para finales del 2025”.
“La consolidación fiscal mediante la contención del gasto sigue priorizando adecuadamente la reducción de la deuda, la reducción de los pagos de intereses y la creación de espacio para gasto social adicional”, señala el fondo.
Pero los jefes de fracción en la Asamblea Legislativa recibieron a la misión del FMI y le externaron su preocupación por cifras positivas macroeconómicas pero que son posibles mediante en desmantelamiento de los programas sociales.
“Aparte de que se considere que se ha logrado esta estabilidad en el campo fiscal, también fue casi unánime la refutación que se le transmitió a los señores del fondo de que tenía que analizarse en paralelo esa estabilidad macroeconómica junto a las necesidades de la inversión social en el país”, dijo el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias.
“En eso hubo coincidencia, todas las fracciones y ellos también lo entendieron y van preocupados”, comentó Arias. Sin embargo, horas después el FMI apoyó al Gobierno en el sentido de que en un futuro habrá recursos para hacer inversión social.