Esta recaudación fiscal representa “el 9% de los ingresos mundiales procedentes del impuesto a empresas”, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un comunicado.
“Esta cantidad es significativamente superior a la precedente estimación de la OCDE de ingresos fiscales adicionales” procedentes del impuesto mínimo global del 15% sobre los beneficios empresariales, “que era de 150.000 millones de dólares”.
La revisión al alza de los ingresos previstos se debe en parte a “una mayor rentabilidad de las multinacionales”, señaló la OCDE, con sede en París. El impuesto mínimo mundial sobre los beneficios de las empresas es el resultado de un acuerdo sellado en el 2021 por cerca de 140 países bajo los auspicios de la OCDE.
La medida se estructura en dos pilares. Uno de ellos es el tipo impositivo mínimo del 15% para las empresas. El otro pilar busca que los ingresos abonados por las grandes empresas lleguen a los países donde obtienen sus ingresos y no donde tienen su sede social, limitando así las controvertidas prácticas de optimización fiscal.
Según la OCDE, este último “debería traducirse en un aumento de los ingresos fiscales anuales de entre $13.000 y $36.000 millones”, una estimación que también es “significativamente superior a las anteriores”. Sin embargo, para beneficiarse de este excedente de ingresos fiscales, los Estados deben firmar previamente un acuerdo internacional, que aún no se ha ultimado.