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Aplazamiento de pagos de deuda hacia años venideros redujo el Presupuesto del 2025

La decisión del gobierno de postergar el pago de deudas que vencían en el 2025, hacia años venideros, explica en buena parte por qué el Presupuesto Nacional del próximo año será más bajo que el anterior en ¢244.000 millones (un 1,9% menos).


La partida de amortización de la deuda pública bajará en ¢339.430 millones entre un año y otro, lo que equivale a una reducción del 10%; pasará de ¢3.280.385 millones a ¢2.940.955 millones. Aún así, se trata del mayor rubro del presupuesto.


En contraste, la partida para pagar intereses de la deuda subirá en casi ¢57.800 millones, de ¢2.480.335 millones a ¢2.538.125 millones.


El apartado para el servicio de la deuda pública, que incluye tanto el pago de amortizaciones como intereses, disminuirá en ¢276.420 millones (un 4,8% menos). Esta es una cifra muy cercana a la reducción del presupuesto del 2025, que, es de ¢244.000 millones


Para postergar el pago de amortizaciones, el Ministerio de Hacienda recurre al mecanismo de canje de deuda, el cual permite reemplazar bonos próximos a vencer con nuevos títulos de deuda a más largo plazo. Así, el gobierno se compromete a pagar intereses al acreedor durante un período más extendido, pero posterga el pago de la deuda principal.


Hasta el 31 de julio de 2024, el gobierno había realizado canjes de deuda por ¢987.566 millones, el mayor monto colocado por Hacienda en este tipo de procedimientos, superando incluso lo canjeado en todo el 2023. Solo para deuda con vencimiento en el 2025, el Gobierno canjeó ¢349.039 millones, un 17% de los vencimientos para el próximo año. Durante el 2025, el Gobierno podrá seguir realizando canjes de deuda que expiren ese año.


Mediante los canjes realizados este año, Hacienda trasladó el pago de deuda que vencía en el 2024, el 2025 y el 2026 para los años 2029, 2030, 2032, 2034, 2035, 2036, 2038 y 2046.


Para el próximo año, el Gobierno de la República tiene vencimientos de deuda por ¢2.493.125 millones y, en el 2026, serán aún mayores, pues alcanzarán los ¢2.661.545 millones.


Nogui Acosta, ministro de Hacienda, afirmó que la reducción en los vencimientos de deuda debe reflejarse en el plan de gastos presentado ante la Asamblea Legislativa.


Por otra parte, la exposición de motivos del proyecto de presupuesto dice que las amortizaciones disminuyen como resultado de menores colocaciones de deuda hechas en ejercicios económicos previos y el actual, cuyo vencimiento se hace efectivo en el 2025.


Ronulfo Jiménez, economista de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), explicó que los canjes son una herramienta positiva para manejar la liquidez del Gobierno. Sin embargo, advirtió de que deben utilizarse de manera responsable, y los vencimientos que se trasladan deben distribuirse equilibradamente en el tiempo, con el fin de evitar que se acumulen vencimientos de deuda en determinados momentos, lo que podría generar presión sobre el mercado y sobre Hacienda en un futuro.


Para Daniel Ortiz, economista y director de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), era esperable que el Gobierno redujera su pago en amortizaciones en el servicio de la deuda, debido al superávit primario que existe desde el 2022, lo que ha permitido al país endeudarse menos, así como al mayor acceso a financiamiento externo con entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Fondo Monetario Internacional (FMI).


“Se ha intentado mejorar el perfil de la deuda en términos de ordenar más los vencimientos, porque siempre tienden a ubicarse en el corto plazo. Sin embargo, se ha mantenido la práctica de trasladar vencimientos en el corto plazo a otros años más lejanos. En cierta medida, el hecho de no colocar los eurobonos este año hace que se recurra más a canjes para no tener tanta amortización”, detalló Ortiz.


Según el presupuesto, la tasa implícita de costo de endeudamiento promedio de Hacienda se estima en 8,4% para el período actual. Esta tasa refleja el costo de los intereses que Hacienda paga por su deuda existente y la nueva deuda que se prevé colocar. Para 2025, se espera que esta tasa baje a alrededor de 8,1%.


Hacienda atribuyó la reducción en la tasa implícita, en parte, a la renovación de deuda costosa por deuda con mejores condiciones financieras. Además, los canjes de deuda, que consisten en reemplazar deuda antigua por nueva deuda con mejores términos, también contribuyen a esta disminución. Estos canjes reducen las necesidades de financiamiento y, por lo tanto, el pago de intereses.

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