Un deterioro en la competitividad del país es lo que denunciarán este jueves los sectores productivos, por lo que pedirán que se baje la tasa de política monetaria para que el dólar comience a subir.

Por su parte, el Banco Central tendrá su reunión para estudiar este tema el próximo 14 de junio y es por eso que las 14 cámaras empresariales presionarán y explicarán sus fundamentos para solicitar que se dejen atrás las medidas restrictivas.

“Si se analiza el tipo de cambio real, Costa Rica sufrió un retroceso en su competitividad de casi seis años, haciéndose la economía más cara y regresando a un nivel que no se reportaba desde el 2017, incluso en un lugar más bajo que en la peor parte de la pandemia y esto afecta a las empresas que venden en dólares, pero que sus gastos administrativos son en colones”, destacó Gerardo Corrales, economista de Economía Hoy.

Esta pérdida de competitividad también se evidencia ante los principales socios comerciales, estando Costa Rica por debajo de El Salvador, Perú, Honduras, Nicaragua, Uruguay, México y Chile.

“Es el momento de que exista un cambio en esta política monetaria, que, en mi criterio, ha sido excesiva, enfocada únicamente en el control de la inflación y llegó la hora de que tomen medidas antes de que exista una inestabilidad social por el desempleo”, destacó Corrales.

Y es que el tipo de cambio se ha apreciado en el último año 22% por dólar desde junio del 2022 y por esto los sectores pedirán hoy los cambios.

Efectos negativos

Los sectores denunciaron que existen consecuencias perjudiciales que incluso se han traducido en desempleo.

Enrique Egloff

Presidente ejecutivo

Cámara de Industrias

La apreciación en porcentajes tan significativos como los que se han dado en los últimos ocho meses afectan las exportaciones, el turismo y la competitividad del sector productivo nacional, en especial, las que compiten en el mercado local con productos importados, particularmente las mipymes.

Sianny Villalobos

Presidenta

Cámara de Exportadores

Hacemos un llamado a las autoridades del Banco Central y al Poder Ejecutivo para sopesar los efectos y la lenta recuperación que implica el desempleo para el país y hacer uso de otros mecanismos con los que ya cuenta el BCCR para contener la alta volatilidad en el tipo de cambio, generando así un ecosistema más estable y confiable para el sector productivo que genera la suprema mayoría de los empleos del país.