OCDE urge a América Latina a mejorar políticas fiscales para financiar su desarrollo

Los países de América Latina y el Caribe deben fortalecer la recaudación y el gasto tributario, mejorar la gestión de la deuda pública y movilizar más recursos privados para financiar sus ambiciosas agendas de desarrollo, según la última edición del informe “Perspectivas económicas de América Latina: Financiación del desarrollo sostenible”, publicada este lunes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).


La 17ª edición del informe sostiene que la brecha de financiación sostenible de la región, estimada en $99.000 millones anuales, puede superarse si los actores privados y públicos mejoran la coordinación, con el apoyo de sus socios internacionales.


El desafiante contexto socioeconómico de la región exige un conjunto ambicioso de reformas. Muchos países mantienen una postura monetaria restrictiva para mantener ancladas las expectativas de inflación y están atravesando una fase de consolidación fiscal, luego de que el espacio fiscal de la región se redujera significativamente tras la pandemia de covid-19.


En este contexto, hay poco margen para que las políticas económicas expansivas apoyen la demanda agregada y las metas sociales. El informe identifica entre las prioridades para movilizar recursos en pos del desarrollo sostenible de América Latina que se mejore la recaudación de impuestos.


En la mayoría de economías de la región, los ingresos fiscales son bajos y, en promedio, representaron el 21,5% del PIB en 2022, frente al 34% de la OCDE. Además, ajustar la estructura tributaria o aprovechar mejor los impuestos existentes podría ayudar a reducir las desigualdades, apoyar la transición verde, mejorar los resultados en materia de salud y fomentar el espíritu emprendedor.


Otra de las medidas pasa por optimizar la asignación presupuestaria y aumentar la eficiencia del gasto para liberar recursos adicionales. El gasto público está concentrado en gastos corrientes, como salarios y transferencias (82% en 2023), enfocado en el corto plazo y asignado de manera ineficaz.


Mejorar la gestión de la deuda mediante marcos fiscales sólidos para mantener la sostenibilidad fiscal es otra de las propuestas del informe de la OCDE.


Transformación productiva


Otro de los puntos a abordar es fomentar la transformación productiva para lograr un crecimiento sostenible y la promoción de sectores competitivos, aumentando la presencia de emisores privados y mejorando la liquidez del mercado de capitales.


En la actualidad, los mercados de deuda de la región de América Latina están impulsados en gran medida por el sector público, y representaron el 81% de las emisiones locales entre 2015 y 2023. Para abordar esta concentración, las políticas deberían apuntar a ampliar la participación de los inversores institucionales, actualizar los marcos regulatorios, mejorar la alfabetización financiera y fortalecer la integración regional.


Las instituciones de financiación para el desarrollo (IFD) desempeñan un papel clave en un mercado financiero que aún está en desarrollo. El 34% de las IFD tienen un mandato específico para apoyar la inclusión financiera de las micro, pequeñas y medianas empresas, pero solo el 19% de los instrumentos financieros que proponen abordan la transición verde, la igualdad de género y la transformación digital o la innovación.


Cooperación


La cooperación internacional también se erige como fundamental para movilizar nuevos recursos. Entre ellas se encuentra la Agenda de Inversión Global UE-ALC, que moviliza fondos a través de asociaciones público-privadas para abordar las necesidades de infraestructura, creando al mismo tiempo valor agregado local y promoviendo el crecimiento, el empleo y la cohesión social.


Los instrumentos de financiación como los bonos verdes, sociales y vinculados a la sostenibilidad siguen siendo un mecanismo atractivo, según el informe. Los bonos de catástrofe, los canjes de deuda por naturaleza y las cláusulas de desastres naturales también pueden movilizar inversiones públicas y privadas allí donde las necesidades son mayores. El establecimiento de marcos armonizados y mecanismos fiables de seguimiento y supervisión de estos instrumentos debería evitar el lavado de imagen ecológico.


Por último, la OCDE apuntó que la región debería coordinarse para presentar su propia perspectiva regional en la Cuarta Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo (que se celebrará a mediados de 2025 en Sevilla).

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