La tasa básica pasiva (TBP), principal referencia para los créditos en colones, registró este jueves su nivel más bajo en los últimos seis meses luego de colocarse en un máximo de 6,73%, a inicios de mayo.

De acuerdo con la información publicada por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), la TBP se ubicó este jueves 29 de junio en 6,28%, desde el 6,33% que se mantuvo hasta el miércoles. El dato es el más bajo desde que el indicador se colocó en 6,26% entre el 15 y 21 de diciembre del 2022.

La última vez que estuvo en un valor similar fue a finales de mayo e inicios de junio del 2019 cuando se ubicó en 6,30%.

Durante este año el indicador mantuvo una tendencia creciente entre enero y el 8 de marzo, para luego empezar a ajustarse a la baja, con algunas oscilaciones, hasta el mínimo reflejado este 29 de junio.

La TBP es un promedio ponderado de los costos de fondeo de los intermediarios financieros (bancos) y es una referente importante para unas 758.000 operaciones de crédito, según estimó Daniel Ortiz, director ejecutivo de Consultores Económicos y Financieros (Cefsa).

”En el caso que las tasas suban, las familias deberán pagar más por sus compromisos financieros, en el caso de que bajen esto les brinda un poco de alivio a la deteriorada situación en los ingresos reales”, indicó Ortiz.

Para el economista, durante este año la reducción en la TBP ha sido muy leve, en comparación con los incrementos ocurridos en los últimos 12 meses. Consideró que la reducción será gradual, pues todavía está en niveles elevados considerando que la inflación se dirige a cifras negativas y las expectativas de inflación ya están dentro del rango meta del BCCR.

Hasta mayo la tasa de inflación interanual se ubicó en 0,88% y el rango meta de inflación es de 3%, con una desviación de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo, es decir, entre el 2% y el 4%.

Actualmente, la TBP se mantiene en niveles que representan el doble del valor que tenía hace un año, cuando se llegó a 3,86%.

Para Ortiz, mientras estos niveles se mantengan, las familias seguirán destinando parte importante de sus ingresos a pagar deudas y consumirán menos. “Esto eventualmente se refleja en un menor crecimiento económico y una demanda interna estancada”, refirió.

Estimó que la tendencia a la baja podría ser más significativa a finales de año e inicios de 2024.