Al mismo tiempo que la jerarca explicaba sus preocupaciones sobre el endeudamiento nacional, el gobierno anunció que redujo la relación deuda a PIB
La Contralora General de la República, Marta Acosta, informó esta tarde a las y los legisladores que integran la Comisión de Asuntos Hacendarios, que los intereses de la deuda del país continúan en crecimiento y que generan presión sobre el presupuesto nacional.
En una comparecencia para discutir el primer presupuesto extraordinario del 2024, la jerarca detalló que con la propuesta del ejecutivo, que incorpora nuevos recursos, elimina ingresos otros e integra nuevos gastos, se generará un déficit financiero de un 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB) pues el crecimiento de ingresos no cubre el aumento en los gastos.
Además, Acosta alertó que incorporando los nuevos préstamos aprobados y cuyos recursos ya comenzaron a ingresar, la deuda nacional alcanzó en 2023 un 61.1% del PIB.
Así, dijo, la sostenibilidad de la deuda externa e interna sigue siendo un reto para el país pues los pagos de intereses de la misma están creciendo más rápido que el PIB -llegando ya al 4.8% del presupuesto-.
La deuda nacional, indicó Acosta “continúa encima del límite natural” y admitió ante consultas de diputados, que esto enera presión sobre la inversión, especialmente la que tiene que ver con temas sociales.
Al mismo tiempo que la jerarca informaba esta situación, el gobierno anunció como un logro que redujo la relación deuda a PIB.
Según informó Nogui Acosta, ministro de Hacienda, durante la conferencia de prensa semanal del gobierno y de acuerdo con datos suministrados vía comunicado por su oficina de prensa, al cierre del 2023 las finanzas públicas alcanzaron un superávit primario de 1,6% del PIB y la deuda alcanzó un 61,1% del PIB.
En 2022, informó Hacienda, esta relación fue de 63,0% y la mejora es producto de “una disciplina fiscal y un control adecuado del gasto”
“Como resultado de una gestión estratégica de la deuda pública, durante todo el año, logramos una reducción sustantiva en las tasas de interés alcanzadas en las subastas de títulos valores de deuda interna”, indicaron.
Eso sí, el gobierno admitió que el pago de intereses de la deuda alcanzó ¢2.261.831 anuales, lo que representa un 4,8% del PIB, y detalló que se dio un aumento de 10,6% interanual, lo que explica el déficit financiero de 3,3% del PIB registrado al cierre del año.
Deuda con la CCSS
Buena parte de la comparecencia de Acosta se centró en pedir una solución duradera y permanente para que la deuda del estado con la Caja Costarricense de Seguro Social deje de crecer.
La jerarca informó que el primer presupuesto extraordinario de este año destina ₡65.035 millones (₡39.900 provenientes de un crédito y ₡25.135 del MEP, que recortó a diversos programas) a amortizar la deuda con la entidad pero eso no genera un cambio favorable en dicha deuda, que ya supera los ₡3 billones.
Acosta hizo un llamado a las autoridades de gobierno y de la CCSS a negociar, consolidar la deuda y tomar decisiones que estabilicen la situación, pues indicó que aunque se destinen nuevos recursos -como el 10% de todos los créditos que destinó la Asamblea Legislativa a esa causa-, lo adeudado aumenta cada año.
Además, en reacción a una consulta del diputado Jonathan Acuña, del Frente Amplio; la contralora dijo que -contrario a lo dicho por el ministerio de Hacienda- el gobierno debe considerar deuda lo que está consolidado y lo que no, y que debe sentarse a negociar.
Acuña, junto con José Joaquín Hernández y Gilbert Jiménez, de Liberación Nacional; manifestaron sus preocupaciones por el constante crecimiento de la deuda y la ausencia de soluciones duraderas al problema. Hernández además recordó que hay intereses oscuros que pueden impactar decisiones, como las que tienen quienes tienen negocios de salud o educación privados, quienes se beneficiarían de un debilitamiento de los sistemas públicos.