El poder de la información fiscal

BCCR sobre cuenta ‘Otros’: Control del origen de los dólares debe hacerlo la banca

En el Banco Central de Costa Rica (BCCR) sostienen que su función es lograr una mejor clasificación informativa del proceso de compraventa de divisas en las entidades financieras. No es detallar el origen de los dólares de la cuenta “otros”, pues ese control corresponde a la banca comercial mediante políticas de supervisión como Conozca a su cliente.


Así lo explicaron Bernardita Redondo, directora de la División de Activos y Pasivos, y Henry Vargas, director de la División de Análisis de Datos y Estadísticas del emisor, durante el conversatorio Información del mercado cambiario: datos y análisis, efectuado este martes, en el cual se presentó información adicional y mostraron nuevas categorías de la oferta y demanda de dólares en el mercado cambiario costarricense.


“Eso (origen de los dólares) se sale de las estadísticas del Banco Central, hay una serie de disposiciones emitidas por la Sugef y el Conassif relacionadas con Conozca a su cliente y ahí están los controles de las operaciones. Las estadísticas que publica el Banco Central no tienen ese objetivo”, explicó Redondo.


La funcionaria recalcó que las normas para controlar las actividades de lavado de dinero las dicta el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), con base en la Ley 8.204, Ley sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, actividades conexas, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo.


Redondo se refirió al tema a raíz de una consulta específica sobre una escucha telefónica judicial a personas investigadas por el Ministerio Público, en la cual se mencionan las nuevas disposiciones de información del BCCR cuando se efectúan compraventas de divisas en los bancos.


Por su parte, Vargas subrayó que el requerimiento de información que solicita el ente emisor es para fines de producción de estadísticas e indicadores. “Nosotros no hacemos requerimientos de información con fines policíacos. Esto no es para un tipo de supervisión microprudencial, ni con el motivo de determinar que hace determinada persona en el sistema financiero”, enfatizó.


El rápido crecimiento de la denominada cuenta “otros” fue alertado, en febrero anterior, por José Álvaro Jenkins, entonces presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), debido a que en 2023 hubo más de $5.700 millones negociados en los bancos sin conocerse el detalle. Estas sumas se acreditaban a una cuenta denominada “Otros”, mientras que lo demás dólares se clasificaban como importaciones, exportaciones, turismo neto y capital neto.


Tal situación llevó al Banco Central, a partir de abril pasado, a crear una nueva metodología para identificar la actividad económica a la que están ligadas las transacciones de compra y venta de dólares que hacen los clientes por medio de las ventanillas de los intermediarios cambiarios.


En los primeros tres meses de funcionamiento de la clasificación, es decir, de abril a junio anterior, el sector de servicios fue el principal oferente neto de divisas en el mercado, al vender a los bancos $1.008 millones de un total de $2.549 millones.


En el mismo periodo, el sector comercial fue el principal demandante neto de dólares, con un total de $1.275 millones de un total de $1.329 millones. El remanente (resultado neto) entre la compraventa de divisas del trimestre analizado se mantuvo en la banca o se transó en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex).


La Nación solicitó a la Uccaep, por mensaje de texto, una posición sobre lo expresado por funcionarios del Banco Central e indicaron que tramitarían las preguntas. Esta agremiación cuestionó, meses atrás, el origen de los recursos de la cuenta “Otros”.


Información detallada


Desde abril de este año, los intermediarios están obligados a enviar la identidad de todas las personas y empresas que venden y compran dólares por medio de las ventanillas, incluidos los canales físicos y virtuales.


Además de la identificación, el Banco Central recibe el monto transado, el tipo de cambio utilizado y si la transacción fue una compra o una venta, explicó Vargas.


El funcionario comentó que para clasificar las operaciones de las personas físicas, el ente emisor dispone de una base de datos que combina información del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la Dirección General de Migración y Extranjería, y el Ministerio de Relaciones Exteriores.


Esto permite clasificar la información de las operaciones cambiarias por cédulas nacionales, pasaportes o Documento de Identidad Migratorio para Extranjeros (Dimex), posibilitando identificar si la transacción fue realizada por una persona residente o no.


Para las personas jurídicas, se utiliza el Registro de Variables Económicas (Revec), donde el Banco Central tiene identificadas a las empresas con una serie de variables como las actividades que desempeñan, el número de empleados, ingresos, exportaciones e importaciones.


Por medio de la identificación, ya sea física o jurídica, el Banco Central asocia las operaciones cambiarias con las diferentes actividades económicas que desempeñan las personas o las empresas. La información se utiliza para agruparlas por sector institucional (sociedades financieras, no financieras, gobierno u hogares), por actividad económica y régimen de comercio, según corresponda.


Vargas agregó que, en el caso de las personas físicas, la mayoría quedan ancladas en el sector de hogares, aunque algunas desempeñan actividades económicas por su cuenta que se establecen por medio de cruces de datos con la información del Ministerio de Hacienda y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Añadió que todos los datos se anonimizan una vez se determina la actividad, agregando a cada identificación un código único de 13 dígitos, pues el fin del BCCR es estadístico.

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