El Banco Central de Costa Rica (BCCR) utiliza desde abril una nueva metodología para identificar la actividad económica asociada a las transacciones de compra y venta de dólares realizadas por los clientes por medio de las ventanillas de los intermediarios cambiarios.
Esta nueva clasificación surgió de las medidas que tomó el ente emisor para investigar el origen de los dólares clasificados en la cuenta “Otros”, donde los bancos y demás participantes acumularon millones de operaciones de compraventa de divisas efectuadas anualmente en ventanilla, en 2023.
Desde abril de este año, los intermediarios están obligados a enviar la identidad de todas las personas y empresas que venden y compran dólares a través de las ventanillas, incluidos los canales físicos y virtuales.
Además de la identificación, el Banco Central recibe el monto transado, el tipo de cambio utilizado y si la transacción fue una compra o una venta, explicó Henry Vargas, director de la División de Gestión de Información del BCCR, en un conversatorio organizado por el ente emisor el martes 23 de julio.
Vargas comentó que para clasificar las operaciones de las personas físicas, el ente emisor dispone de una base de datos que combina información del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la Dirección General de Migración y Extranjería, y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esto permite clasificar la información de las operaciones cambiarias por cédulas nacionales, pasaportes o documento de Identidad Migratorio para Extranjeros (Dimex), posibilitando identificar si la transacción fue hecha por una persona residente o no.
Para las personas jurídicas, se utiliza el Registro de Variables Económicas (Revec), donde el Banco Central tiene identificadas a las empresas con una serie de variables como las actividades que desempeñan, el número de empleados, ingresos, exportaciones e importaciones.
Por medio de la identificación, ya sea física o jurídica, el Banco Central asocia las operaciones cambiarias con las diferentes actividades económicas que desempeñan las personas o las empresas. La información se utiliza para agruparlas por sector institucional (sociedades financieras, no financieras, gobierno u hogares), por actividad económica y régimen de comercio, según corresponda.
Vargas agregó que, en el caso de las personas físicas, la mayoría quedan ancladas en el sector de hogares, aunque algunas desempeñan actividades económicas por su cuenta que se establecen por medio de cruces de datos con la información del Ministerio de Hacienda y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Añadió que todos los datos se anonimizan una vez se determina la actividad, agregando a cada identificación un código único de 13 dígitos, pues el fin del BCCR es estadístico.