Nogui Acosta solicitó crédito de apoyo presupuestario por $500 millones, pero insistió en que diputados deberían permitirle negociar condiciones de endeudamiento sin requerir aval legislativo y reiteró que enviarán tercer versión de proyecto para vender el BCR.
“¡La Asamblea Legislativa no nos da las herramientas para podernos preparar!”, exclamó el ministro de Hacienda Nogui Acosta ante la comisión de Hacendarios, durante su presentación para solicitar la aprobación de un crédito de apoyo presupuestario por $500 millones.
Acosta acudió junto con el viceministro Luis Molina para defender el proyecto 24.425, “Aprobación del contrato de préstamo 9546; tercer préstamo para políticas de desarrollo para la gestión fiscal”, que se gestiona con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).
Al ser cuestionado por los diputados sobre si Hacienda impulsaba que el endeudamiento externo no requiera aprobación legislativa, Acosta aseguró que no reclama por el aval del Congreso, sino porque le amarran las manos. “Ustedes (los diputados) me autorizan a endeudarme, pero no me permiten decidir adónde me voy a endeudar, y en qué condiciones; ese es el problema que tenemos hoy”, dijo.
El ministro afirmó que para enero del 2026 el país requerirá más de ₡600 mil millones para enfrentar obligaciones de deuda, y para febrero más de ₡750 mil millones, por lo que insistió en que el crédito es una necesidad. Insistió en que en caso de no tener esta autorización, la única opción de financiamiento que tendrá será recurrir al mercado local, lo que tendría consecuencias en las tasas de interés.
Acosta también anunció que insistirán con la presentación, por tercera ocasión, de un proyecto para la venta del Banco de Costa Rica (BCR), por considerar que la venta de activos es la única forma de reducir el tamaño de la deuda. Las dos versiones anteriores no lograron avanzar por los cuestionamientos de los diputados, e incluso Eliécer Feinzaig, del Partido Liberal Progresista (PLP), le recordó que aunque estaba en favor de la venta, rechazaron las propuestas anteriores por defectos profundos en su presentación.
El mismo Feinzaig le cuestionó si este crédito de gestión presupuestaria se utilizará para abonar al principal de la deuda pública, o si será una alternativa para financiar gasto corriente. Acosta alegó que desde que se aprobó el endeudamiento, el país se está endeudando para pagar deuda, por lo que se requeriría de acciones como venta de activos para poder reducirla.
Por su parte, el diputado Alejandro Pacheco, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) le recordó que los diputados ya le habían aprobado un crédito de apoyo presupuestario, que no lo utilizó. “¿Para que le vamos a aprobar este crédito, si al final no lo van a querer?”, le dijo.
“Ustedes no me dieron nada, me dieron un crédito carísimo”, fue la respuesta de Acosta, en referencia a la condición de tener que destinar parte de los recursos de ese crédito a la CCSS. Afirmó que el requisito de tener que destinar un 15% para pagar deudas con la CCSS le dejaba solo un 85% del crédito, además de obligarlo a realizar primero una negociación con la entidad de salud.
El ministro insistió en que la actual administración está realizando una gestión de deuda para tratar de reducir el peso de esta obligación, pero insistió en que se debería permitir que Hacienda pueda salir a mercados internacionales, una vez aprobado el monto del endeudamiento, sin requerir de la aprobación legislativa.