El régimen de zonas francas (RZF) aportó el 14% del producto interno bruto (PIB) de Costa Rica en 2023, equivalente a $12.276 millones, según el informe Zona Franca: un motor de competitividad y crecimiento económico en Costa Rica, elaborado por la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).
El estudio, que incluye datos al cierre de 2023, detalla que ese año operaban 567 empresas bajo este sistema, de las cuales solo 86 estaban ubicadas fuera de la Gran Área Metropolitana (15% del total). Entre 2019 y 2023, el promedio de crecimiento anual de empresas en esta modalidad fue del 10%.
El informe destaca que, por cada dólar que Costa Rica exonera al RZF, el país recibe un retorno de $2,8, lo que resulta en un beneficio neto de $1,8, evidenciando el impacto positivo y directo en la economía nacional. En otras palabras, por cada $100 exonerados, el país obtiene un beneficio neto de $180.
Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior, afirmó que el estudio muestra cómo el régimen contribuye no solo como generador de inversión, sino también como catalizador para las empresas locales, evidenciado en el crecimiento de compras nacionales, salarios y aportes fiscales.
De los $12.276 millones que el régimen aporta a la producción, $5.621 millones corresponden a compras locales, las cuales crecieron el 12% entre 2022 y 2023. Sin embargo este crecimiento es menor al aumento que tuvo la contribución del régimen a la economía, del 21% en ese mismo periodo, al pasar de $10.145 millones a $12.276 millones del 2023.
Sandro Zolezzi, consultor internacional de inversión extranjera para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destacó que aunque las zonas francas crecen a un buen ritmo, son la menor parte de la producción del país, mientras que el régimen definitivo, que es la gran mayoría, crece a un menor ritmo.
Según él, la diferencia de comportamientos se debe a que, mientras en el sistema de zonas francas están en su mayoría multinacionales que buscan eficiencia y exportar, el régimen definitivo atiende al mercado local, el cual es muy pequeño y su consumo no crece tanto.
Para equilibrar ese crecimiento, Zolezzi señala que es necesario “equiparar la cancha”, pero eso no se debe hacer subiendo impuestos al RZF, sino haciendo la operación de las empresas en régimen definitivo más barata. “El país no puede depender solo de las zonas francas. Debiera haber incentivos para que el régimen definitivo sea más eficiente, como bajar la carga tributaria”, indicó.
En 2023, el 59% de las empresas bajo este régimen eran de capital extranjero. Además, el 64% de las exportaciones costarricenses de bienes provinieron de empresas en zona franca.
De los $3.788 millones de inversión extranjera directa que ingresaron a Costa Rica en 2023, $2.246 millones se destinaron al RZF, equivalente al 59% del total. Este monto es inferior al de los flujos de inversión extranjera en zona franca de 2022, cuando alcanzaron $2.554 millones, representando el 80% de ese periodo.
Procomer destacó que, desde el 2010, Costa Rica ha experimentado una “transformación significativa” en su estructura empresarial y se ha consolidado como un centro de servicios de alta especialización, incluyendo centros de servicios compartidos, Business Process Outsourcing, ingeniería y consultoría especializada. A pesar del crecimiento en el sector de servicios, la manufactura sigue siendo esencial, con empresas dedicadas a la producción de equipo médico, alimentos, productos eléctricos y electrónicos.
Empleo crece
Según el informe, el régimen especial sostiene 251.530 empleos directos e indirectos en Costa Rica, representando aproximadamente el 11% de la población empleada, de acuerdo con datos de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). De ese total, 186.658 son empleos directos (74%).
En cuanto a los salarios, Laura López, gerente general de Procomer, explicó que estos superan en 1,8 veces el promedio del sector privado nacional.
El informe de Procomer señala que entre 2022 y 2023 el salario bruto mensual promedio en el RZF aumentó de $1.640 a $2.075, superando en ambos casos el promedio nacional del sector privado. Sin embargo, entre 2022 y 2023 el precio del dólar registró una caída importante, lo que afectó el poder adquisitivo de los asalariados que reciben ingresos en esa moneda, según informó La Nación en abril pasado.
Zolezzi explicó que el salario del sector privado en general es bajo, además de que el estudio compara 567 empresas del RZF con más de 60.000 de todo el sector privado, por lo que puede haber una diferencia importante en los salarios. En cuanto a las características de este sector, el especialista añadió que si las personas hablan inglés, tienen acceso a mejores salarios, y esta es una característica que las empresas en zona franca suelen exigir a sus trabajadores.
Además, como parte de las cargas y responsabilidades sociales que las empresas formales deben asumir, las compañías del RZF inyectaron más de $1.600 millones a cinco instituciones del Estado, en 2023.
La que más dinero recibe es la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), a la cual el régimen aportó $1.240 millones en 2023. Le siguen el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) con $231 millones; el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) con $69 millones; el Instituto Nacional de Seguros (INS) con $46 millones y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) con $23 millones.