El Ministerio de Hacienda completó todos los canjes de deuda previstos para 2024, alcanzando un total de ¢1.384.311,84 millones. Esta cifra es 5,9% mayor a la suma de los dos años anteriores y el monto más alto desde los registros de 2019.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, destacó que con estas operaciones, el Gobierno logró reducir en 19% los vencimientos programados para 2025 y en el 33% los pactados para 2026. Indicó que esto permite a la institución planificar su flujo de caja de manera más eficiente en un periodo con fuertes compromisos financieros, como el pago de aguinaldos, salario escolar y la deuda pública.
El canje de bonos es un mecanismo utilizado para renegociar las condiciones de títulos antes de su vencimiento, considerando instrumentos circulantes en el mercado de valores nacional. En este proceso, la Tesorería Nacional compra primero los bonos vigentes a los participantes y, posteriormente, vende nuevos títulos a los inversionistas. Ambas transacciones se convocan por medio de la Bolsa Nacional de Valores.
Durante la semana del 11 al 15 de noviembre, Hacienda intercambió ¢151.879 millones en moneda local, cuyos vencimientos estaban programados para 2025, 2026 y 2027, por emisiones a más largo plazo, que vencerán entre 2031 y 2049. En esa misma semana, la transacción en dólares fue declarada desierta, según informó la entidad en un comunicado.
En agosto anterior, José Luis Arce, economista y director de CFS Capital, afirmó a La Nación que este tipo de gestión es beneficiosa tanto para el Gobierno como para los inversionistas. Por un lado, alivia las necesidades de flujo de caja del Estado, mientras que, por otro, permite a los participantes del mercado manejar mejor sus portafolios.
Vidal Villalobos, economista de Grupo Prival, coincidió en que alcanzar un récord en el monto de los canjes beneficia al Gobierno al reducir la presión sobre las tasas de interés, siempre que mantenga disciplina fiscal.
Villalobos añadió que entre 2020, 2021 y 2022 el monto de estas operaciones disminuyó debido a la pandemia. Sin embargo, el incremento para 2024 refleja mayor flexibilidad en la administración del flujo de caja y un renovado interés por parte de los inversionistas en instrumentos de mediano plazo. Esto se relaciona con las expectativas de que las tasas de interés en Estados Unidos sigan disminuyendo, lo cual impactaría las tasas locales.
Arce advirtió que existe el riesgo de que las torres de vencimientos se concentren en un solo año, trasladando las obligaciones a otras fechas en lugar de amortizar la deuda. Sin embargo, aclaró que una adecuada gestión puede mitigar este riesgo, ya que los inversionistas locales suelen mantener su preferencia por los títulos emitidos por Hacienda debido a la falta de opciones internas.
“Todas las torres de vencimientos excesivas son un riesgo. Sin embargo, cuando los vencimientos son de deuda doméstica, como es el caso de estas torres, no preocupa mucho que se pueda amortizar o refinanciar paulatinamente, porque esos inversionistas seguirán optando por Hacienda, porque no tienen muchas otras alternativas para invertir a nivel interno”, dijo Arce.
El próximo año, el Gobierno deberá cancelar vencimientos por ¢2.529.336 millones; posteriormente enfrentará el pago de ¢2.403.157 millones en 2026. El siguiente año con vencimientos significativos será 2029, cuando se deberán pagar ¢2.634.184 millones.
A lo largo de 2024, Hacienda ejecutó múltiples operaciones de intercambio. En febrero, renegoció bonos internos por ¢328.169 millones, trasladando los vencimientos entre 2029 y 2038. En abril, captó más de ¢200.000 millones en otra operación, moviendo los plazos al 2032 y 2038. En setiembre, completó un canje de $57 millones, con vencimientos programados para 2032, 2036 y 2046.