Nogui Acosta fulmina cualquier posibilidad de girar ¢62.590 millones que Gobierno adeuda a las universidades

El ministro de Hacienda también descartó un aumento del FEES superior al 0,5% para 2026 y aseguró que es tiempo de que las universidades rindan cuentas sobre el uso de los fondos.


Fiel a un discurso focalizado en la contención del gasto y la exigencia de resultados, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, extinguió las posibilidades de un aumento del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) superior al 0,5% y desechó cualquier opción de desembolsar los ₡62.590 millones que el Gobierno debe a las universidades estatales desde la Administración de Carlos Alvarado.


En entrevista con UNIVERSIDAD, el jerarca anticipó la posición oficial sobre esos dos aspectos, los cuales, indica, han sido los dos ejes protagonistas en la mesa de negociación con los rectores. También cuestionó el papel de los centros de educación superior, así como su transparencia y el uso de los recursos. En suspenso dejó el giro del 2% que aumentaron los diputados para el FEES 2025, equivalente a más de ₡11.500 millones.


A continuación, puede leer un resumen de la conversación:


¿Por qué ha sido tan complicada la relación entre el Gobierno y las universidades estatales?


—Hay tres elementos importantes. Número uno, venimos de una época en donde no se hacía ninguna valoración del costo del financiamiento a las universidades. Hubo años en los cuales se incrementó sensiblemente el presupuesto de las universidades, pero no fue así con la recaudación de impuestos y tampoco fue así en relación con la capacidad.


A partir del 2020 hay regla fiscal y la regla fiscal tiene implicaciones desde el punto de vista del crecimiento del presupuesto global. Eso quiere decir que, si usted hace que una partida crezca, otra tiene que reducirse para mantener el crecimiento de la regla. Hemos visto que el mandato constitucional es mantenerlo en términos reales y, aun así, el presupuesto de las universidades ha crecido más que proporcionalmente a la inflación en estos años.


Un ejemplo claro. El año pasado la inflación fue de 0,8% (2024) y el FEES creció un 2%. Para el 2025, la inflación probablemente no llegue a un dígito y el FEES crece un 2%, de acuerdo a lo que establecieron los diputados.


    “Las universidades creen que esto es jauja.


    No estamos en esa situación”,


    Nogui Acosta, ministro de Hacienda.


El tercer elemento es que, desde el punto de vista práctico, tampoco habíamos hecho una valoración de cuál es el impacto que tienen las universidades, ya desde el punto de vista más tangible. ¿Cómo podemos asegurar que las universidades cumplan no solamente el rol de educación, que todos estamos conscientes de que tienen que cumplirlo, pero que además este país entiende que las universidades públicas tienen que ser financiadas por el Estado? La pregunta es ¿cuál es la relación costo-beneficio para la sociedad como un todo?


Esos son los cuestionamientos que nos han generado esta discusión. Las universidades tienen que entender dos cosas. La primera es que este país es un país que realmente tiene muy poco espacio para aumentar el gasto. Y lo segundo es que cada vez tenemos que ser más eficientes con el gasto.


Y ellos también deben tener esa responsabilidad, que no necesariamente lo vemos reflejado en los presupuestos de las universidades, en la gestión de los recursos. Para ponerte un ejemplo, las universidades dan por sentado que deben tener un FEES que cubra sus costos, sin embargo, tienen ingresos por otras fuentes.


Nunca hemos visto una sustitución de fuente de universidades para efectos de su presupuesto. Y ahí es donde yo creo que tenemos que entender que también somos partícipes de lo bueno y de lo no tan bueno que genera un presupuesto tan apretado como el que tenemos.


Cuándo habla de esa relación costo-beneficio, ¿qué evaluación hace usted?


—Nosotros hemos sido bastante responsables en relación con los temas de las universidades. De lo que nos hemos dado cuenta es de tres elementos importantes.


La distribución del FEES parte de una época en donde no existían todas las universidades. Tenemos que ser bien responsables y entender si la Universidad de Costa Rica debería llevarse el 51% del FEES o no y cuánto debería llevarse el Tecnológico de Costa Rica (TEC) y cuánto deberían llevarse las otras universidades.


Lo segundo es que, desde el punto de vista de la comparación con otras universidades, lo que nos hemos dado cuenta es que la carga de administrativos con respecto a los estudiantes es mucho más alta que en otros países. Y eso yo creo que es una llamada de atención. Eso significa que estamos asignando un poco mal los recursos. Tenemos más personas en la parte administrativa de las que se ocuparían dado el número de estudiantes que tenemos.


¿Qué razones hay detrás del congelamiento del 2% que aumentaron los diputados?


—Hay un tema de responsabilidad, se lo digo con completa transparencia. Cuando uno llega y hace el presupuesto de la República, lo hace un año y medio antes de que se empiece a ejecutar. (…) Parte de esa proyección es cómo se van a comportar las variables macroeconómicas. Y no solamente la tasa de interés del mercado local, sino también la tasa de interés del mercado internacional.


Eso significa que yo hago una proyección de tasas de interés, de tipo de cambio, no solamente tipo de cambio colones a dólares, también euros y otras monedas que están incorporadas. Y eso hay que hacerlo para algo que es bien importante. No podemos no pagar. Entonces, cuando hacemos esa proyección, nosotros tenemos una partida de intereses. Esa partida de intereses es la que va a responder por esos recursos. Los diputados cogieron ₡11.000 millones y se los pasaron al FEES. La pregunta es, si se materializan los riesgos que estamos evaluando nosotros y las tasas de interés crecen de manera sensible, ¿de dónde voy a sacar la plata?


En este momento, ¿cómo ven ese panorama?


—Planteábamos que a estas alturas del año íbamos a tener aprobado eurobonos, que nos iba a permitir salir del mercado local. Que íbamos a tener aprobados dos créditos de apoyo presupuestario que nos iban a permitir no generar presión.


¿Cuándo se va a tener claridad de si se va a girar o no ese 2%?


—Hasta que termine junio.


¿Cuándo termine junio va a existir claridad?


—Vamos a tener claridad de cómo se han comportado los primeros seis meses. Tendríamos que ver cómo se ha comportado y de cuáles son las expectativas de lo que ocurre aquí adelante. La gente llega y se pone a pensar que se aprueba el presupuesto y yo tengo recursos. ¿Usted sabe qué proporción del presupuesto está financiado con el endeudamiento? 38%.


Eso quiere decir que de cada ₡100 que hay en el presupuesto de la República, ₡38 no existen. Hay que irnos a pedir prestado. Por eso es que yo llego y me pongo a pensar por qué las universidades creen que esto es jauja. No estamos en esa situación.


(…) ¿Algún rector se ha puesto a pensar de dónde voy a sacar la plata para pagar el FEES? Lo da por sentado. Pero nunca se pregunta si puede, con la generación de sus propios recursos, cubrir una parte de los gastos de las universidades.


¿La decisión de congelar el aumento solo tiene que ver con estas variables macroeconómicas y no tiene que ver con alguna especie de revancha?


—De ninguna manera. Es un tema de responsabilidades. Si se disparan las tasas de interés, ¿de dónde voy a sacar plata?


¿Y por qué se congeló 2% si ustedes estaban dispuestos a dar un 1%?


—Porque nosotros no tuvimos un acuerdo.


Pero ustedes dejaron los recursos reservados del 1%.


—Y los diputados los usaron para otra cosa.


Lo reacomodaron ahí mismo en educación.


—Sí, exactamente.


Pero la decisión de congelar el 2% es del Gobierno. 


—Por supuesto.


Hubieran podido congelar un 1%, por ejemplo.


—¿Por qué? Si ya teníamos un 1% en el presupuesto y lo dedicaron a otras acciones. El presupuesto de 2025 queda así: FEES 2024 con el 2% congelado.


¿No le preocupa los roces constitucionales que puedan existir por no girar el 2%?


—Desde el punto de vista de la responsabilidad que uno tiene con el país, tiene que ponerse a sopesar. ¿Prefiero yo no darle el 2% a las universidades o tomarme el riesgo de no poder pagar? ¿Qué sería peor para la población?


¿Qué factores pesan hoy en la negociación del FEES 2026?


—Dos elementos importantes, principalmente, cuál es la inflación. Las universidades han puesto como su aspiración el 2% porque dicen que es el límite bajo de la inflación, pero ya el Banco Central dijo que este año la inflación va a estar por debajo del 2%. Hoy tenemos terreno negativo de -0.12%. Entonces, para cumplir con la Constitución. ¿Cuánto debería darle a las universidades? (…) Nosotros les ofrecimos el 0,5%.


Y dijeron que no. 


—Dijeron que es inaceptable.


¿Ustedes van a ir más allá de ese 0,5% o ahí se plantan?


—Yo creo que es lo responsable. En ningún momento nosotros hemos planteado no cumplir con la Constitución. Lo que pasa es que no podemos ir más allá de lo que económicamente es posible.


Cuando se sientan a conversar en las negociaciones del FEES…


—Lo que nosotros conversamos es cuánto va a ser el crecimiento del FEES y sí vamos a financiarles lo que ellos se comprometieron con el gobierno anterior en relación con posponer gastos.


¿Los ₡62.590 millones? 


—Sí.


¿Se van a reconocer? 


—No, señor.


¿Ya es definitivo? 


—Sí. Le voy a decir algo que me da mucha cólera con esto. ¿Usted sabe en qué momento fue eso? En medio de la pandemia. Las universidades, en lugar de llegar y decir, vamos a permitir que usen el FEES, tienen una factura. Y la sacan.


Ahora cuando le pregunté qué factores pesan sobre la negociación del FEES, me decía que eran dos. El primero, la inflación. ¿Cuál es el segundo?


—La distribución del FEES. Si el Gobierno pudiese ayudaría a que esa distribución cambiara. Y empecemos a darle más recursos a aquellas universidades que están más relacionadas con el desarrollo de este país. Nosotros pensamos en el TEC, pensamos en la Universidad Técnica Nacional (UTN) por la distribución geográfica, en la Universidad Estatal a Distancia (UNED) por la capacidad de brindar educación en zonas más remotas, pero esa discusión no se puede dar. Para efectos nuestros, sería ideal.


¿Si hubiera lo que ustedes valoran como una mejor distribución, habría más espacio para un crecimiento mayor?


—Las universidades tienen que esperar, igual que todos nosotros, mejores condiciones económicas y, obviamente, deberíamos ponernos a pensar cómo logramos acuerdos en donde las universidades tengan una mayor incidencia sobre la investigación y la transferencia de tecnología. Ahí yo creo que habría un valor agregado.


Hoy un poco los cuestionamientos que se hacen en los presupuestos de las universidades es la poca transparencia que existe desde el punto de vista del uso de los recursos y de la incidencia de esos recursos. Y, lo segundo es que, cuando uno ve los superávit acumulados de las universidades, particularmente de la Universidad de Costa Rica (UCR), uno se pone a pensar si efectivamente estamos financiando bien las universidades o no, porque si les están sobrando recursos, quiere decir o que están recibiendo mucho o que están invirtiendo poco.


El Estado no tiene ese espacio. Las universidades, como te lo dije al principio, están imbuidas en una realidad económica del país y tienen que ser parte de la solución y eso también significa esperar mejores tiempos.


¿Ustedes tienen alguna exigencia o solicitud particular en esta negociación?


—No.


Para el Gobierno, ¿las universidades tienen una incidencia positiva? 


—Por supuesto que sí. Hay dos elementos fundamentales. El primero es que las universidades le dan la oportunidad al país de tener profesionales que puedan empujar el desarrollo de este país. Y lo segundo es un tema de investigación. La pregunta es si están cumpliendo ambos roles.


    “Todos estamos obligados a rendir cuentas. Un día sí y otro también, el Estado está obligado a rendir cuentas. Yo creo que les tocó el tiempo a las universidades”, Nogui Acosta, ministro de Hacienda.


Entonces, por un lado, ustedes reconocen la incidencia y, por otro lado, hay cuestionamientos sobre la incidencia, ¿qué pesa más?


—Yo creo que a las universidades les toca demostrar que efectivamente tienen una incidencia mayor de la que, hoy por hoy, han mostrado.


Cada profesional que hay de una universidad pública es parte de esa incidencia.


—También los de las universidades privadas y cuestan ₡0 al Estado.


¿Quiénes están en los rankings dando la cara por el país? ¿Dónde se graduó usted?


—En la UCR.


Es muestra de esa incidencia.


—Voy a decirle que sí, pero desde el punto de vista práctico uno tiene que ponerse a pensar si están produciendo todos los profesionales que se requieren en las condiciones que se requieren.


Voy a ponerle un ejemplo. El conocimiento del inglés de los profesionales que saben de la UCR es pobre. Entonces, la pregunta es, ¿ese profesional puede ir a dar la cara por el país?


Muchos lo hacen. En Francia (Cumbre de los Océanos) lo estaban haciendo también y (por el Gobierno) no los dejaron entrar.


—La pregunta es si tenían las condiciones para entrar o no. De lo que yo tengo entendido es que no era una delegación oficial. Entonces no podían entrar a los actos oficiales. Pregúnteles si ellos fueron acreditados como parte de la delegación de Gobierno.


¿Cómo ve el Gobierno lo que ha pasado este año con las universidades? 


—Todos estamos obligados a rendir cuentas. Un día sí y otro también, el Estado está obligado a rendir cuentas. Yo creo que les tocó el tiempo a las universidades. Las universidades también van a tener que hacer un poquito de acto de constricción, de cómo usan los recursos. Lo que se ha evidenciado es que no necesariamente están haciendo buen uso de los recursos públicos.


El presidente (Chaves) dijo el otro día que no iban a aumentar el FEES para que el rector aumente los salarios de su grupo de confianza ¿Qué opina usted de eso?


—La respuesta la tiene que dar el rector y las universidades. Son responsabilidades de ellos. No están dentro del ámbito del Estado. ¿Qué quiero decir con esto? Las universidades declararon que todos sus trabajadores son exclusivos y excluyentes, pero eso no les quita cumplir con la ley e, igual, decirle a los costarricenses en que están usando la plata.


Los medios de comunicación funcionan a un lado y al otro. Las respuestas van a tener que ser bien claras de por qué están usando los recursos de esa manera. Me parece que el reflejo de esto no es solamente una responsabilidad de la parte política, sino también de la sociedad como un todo. Lo que el presidente dijo, en su momento, parte de una indignación de las personas. Creo que los rectores van a tener que responder a esa indignación como corresponde.


Participá en la conversación

Dejá tu Comentario

Para agregar comentarios debe iniciar sesión.