El Ministerio de Hacienda cobró marchamos risibles a carros de lujo, ¿por qué?

El Ministerio de Hacienda cobró marchamos ridículos a numerosos propietarios de autos de lujo para el 2026.


Al dueño de una camioneta RAM 4x4 2025 le cobraron la módica suma de ¢77.000, casi lo mismo que el marchamo más bajo del país, que es de ¢73.700. Mientras que, por ejemplo, el derecho de circulación de un Toyota Tercel 1993 es de ¢75.000.


Así ocurre a pesar de que una camioneta RAM, pero modelo 2021, tiene un marchamo de ¢856.000, con un valor fiscal de ¢30,4 millones.


Por otra parte, el dueño de un Chevrolet Corvette 2023 pagará solo ¢211.000, aunque este auto tiene un valor de ¢70 millones en el mercado. Si el valor fiscal correspondiese a este último monto, el marchamo sería de ¢2,3 millones.


Por si fuera poco, el dueño de un Porsche Macan 2018 cancela apenas ¢87.000, casi lo mismo que se paga por un Mitsubishi 1989, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Seguros (INS).


Hacienda abrió el portillo

¿Por qué ocurre esto? Hace poco más de un año, Hacienda abrió un portillo que cientos de personas aprovecharon para importar vehículos, especialmente de lujo, reportando precios absurdos, alejados de la realidad de mercado.

El Ministerio cambió las reglas para calcular los impuestos de importación. Estableció que el importador ahora dice cuál es el valor del automotor, en vez de pagar con base en una tabla de precios mínimos de mercado, como ocurría antes.

Gracias a ello, muchos han declarado valores inferiores a los promedios, pagando menos impuestos.

A su vez, ahora esto les permite pagar menos marchamo porque el impuesto a la propiedad de vehículos, el principal componente del derecho de circulación, se cobra sobre el valor fiscal registrado.

Y ese valor lo define Hacienda, que se lo remite al INS para que haga el cálculo y la posterior recaudación.

Vea los siguientes casos:


Corvette con marchamo de ¢211.000

Un Chevrolet Corvette 2023 ingresó al país el 30 de setiembre por la aduana Santamaría, procedente de Estados Unidos. Se reportó con un valor CIF (costo, seguro y flete) de apenas $18.000, cifra que coincide con el valor fiscal de ¢9,1 millones que se anotó en el Registro Nacional, un mes después.

Según la página del INS, su valor fiscal es de solo ¢8,2 millones y, sobre ese monto, se calculó el impuesto a la propiedad en ¢160.000. Con los otros rubros (seguro obligatorio de automóviles y aporte al Consejo de Seguridad Vial, entre otros), su marchamo quedó en ¢211.000.

Sin embargo, el precio de este vehículo en Estados Unidos ronda los $70.000 (¢35,7 millones) y, en Costa Rica, cuesta unos ¢70 millones, tomando en cuenta que los impuestos de importación representan casi un 100% del valor CIF del carro.

Si se hubiese registrado con un valor fiscal de ¢70 millones, el marchamo habría sido de ¢2,3 millones, en lugar de ¢211.000.


RAM 1500 con marchamo de ¢77.000

A mediados de junio anterior, ingresó al país una camioneta pick up 4x4, marca RAM, modelo 1500 RHO 2025. Llegó con un valor CIF de solo $6.500 (¢3,3 millones) y se inscribió con un valor fiscal de ¢2,9 millones.

El cálculo del marchamo se hizo sobre este último monto, por lo que el dueño debe pagar ¢77.000, casi lo mismo que paga el marchamo más bajo del país: ¢73.706 o el dueño de un Toyota Tercel 1993 que debe desembolsar ¢75.000.

Una misma camioneta de esa misma marca, pero 2021, aparece en el Registro Nacional con un valor fiscal de ¢30,4 millones y su derecho de circulación asciende a ¢856.000.




Porsche Macan 2018 con marchamo de ¢87.000

Otro caso ocurrió en marzo pasado. Ingresó por la aduana Santamaría un vehículo 4x4, marca Porsche, modelo Macan 2018, color blanco. Se consignó con un valor CIF de $5.340 (unos ¢2,6 millones), monto que se inscribió como valor fiscal.

Su marchamo es de solo ¢87.000. No obstante, en el mercado local ese carro tiene un valor fiscal que ronda los ¢24 millones, por lo que realmente hubiese tenido que pagar más de ¢700.000, siete veces más.

El dueño de ese vehículo paga menos que el de un Mitsubishi Montero Sport 2022, que debe cancelar ¢352.000 o el de un Jeep 4x4, modelo 2018, que debe desembolsar ¢362.000.



BMW con marchamo de ¢94.000

Por la misma aduana, pero en mayo pasado, ingresó al país un BMW 330 2020, con valor CIF de $7.000 (¢3,3 millones) y con ese valor fiscal se inscribió. Consecuentemente, a su dueño solo se le cobraron ¢94.000 por el marchamo.

Pero en el mercado local, ese carro cuesta unos ¢25 millones.


Ferrari Purosangre pagó ¢5 millones

El 19 de junio del 2025, entró al país un Ferrari Purosangre 2025, color rojo, con una factura por $330.579. El valor subió a $340.753 al sumarle el flete y el seguro.

En el Registro Nacional se registró con un valor fiscal de ¢173 millones y en la página del INS aparece consignado un valor de ¢155 millones.

Con base en este último monto se calculó el marchamo y quedó en ¢5,1 millones.

Si embargo, el precio de este vehículo puede rondar los $600.000 (¢300 millones) en Estados Unidos, es decir, un 45% más.

Si se hubiese registrado en ¢300 millones, como cuesta en EE. UU., su marchamo hubiese ascendido a ¢10 millones, casi un 100% más.

La Nación detectó los marchamos risibles al cruzar las bases de datos del Sistema Tic@ (Tecnología de Información para el Control Aduanero), donde aparece el número de identificación (VIN) de cada vehículo, con las bases públicas del Registro Nacional. Así se determinó los números de placas de los carros y su valor fiscal.

Luego, se consultaron los números de placa en el sitio web del INS, donde se cobra el marchamo.
Hacienda sabe de valores bajos y distorsionados

Al menos desde setiembre pasado, el Ministerio de Hacienda sabe que están ingresando al país vehículos con valores bajos y distorsionados.

El exministro de esa cartera y actual candidato a diputado, Nogui Acosta, reconoció que la situación tenía que ser corregida, aunque negó que obedeciera a un error. Por el contrario, alegó que no esperaba que los “ticos fueran mentirosos”.

Hacienda dijo que frenaría la situación y, a principios de setiembre, sacó a consulta un borrador de decreto para establecer que, además de la factura, se tomará en cuenta el precio promedio en el mercado local para calcular el valor real del vehículo.

No obstante, ese decreto aún no está vigente y los carros con “valores ostensiblemente bajos y distorsionados” siguen ingresando por las aduanas del país.

Desde el pasado 11 de noviembre, La Nación consultó al Ministerio de Hacienda sobre el estado de ese decreto y los marchamos risibles que están pagando algunos conductores de vehículos. Sin embargo, a la hora de publicar este artículo, no se obtuvo una respuesta, a pesar de que se remitió otro correo electrónico el 18 de agosto.

También se enviaron consultas al INS, a través de su oficina de prensa, pero la aseguradora estatal indicó que esas preguntas debían realizarse a Hacienda porque “es la entidad que carga los datos del valor fiscal”.

En los primeros ocho meses del año, la recaudación de los impuestos de importación de autos cayó en casi ¢29.000 millones, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según estadísticas del Servicio Nacional de Aduanas.

La caída se produjo a pesar de que, durante ese lapso, aumentó la cantidad de vehículos importados. Entraron 3.125 más, lo que equivale a un incremento del 5,4% respecto al año anterior.

El aumento de unidades corresponde principalmente a autos usados porque, en el caso de los nuevos, más bien se reportó una leve baja del 4%.

Además, cayó el valor promedio de los vehículos, tanto nuevos como usados. El año pasado, el monto medio era de ¢8,1 millones y este año es de ¢6,8 millones, o sea, un 16% menos.


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