La Asamblea Legislativa culminó la votación de las 855 mociones de fondo y las revisiones presentadas al proyecto 21.182, la reforma de las jornadas laborales excepcionales (conocido también como jornadas de doce horas, o de 4×3), y remitió la versión final a la Corte Suprema de Justicia para una consulta obligatoria de una semana.
Finalizó así el trámite de vía rápida que se le aprobó a este proyecto desde el 27 de abril, cuando los diputados aprobaron un acuerdo político para otorgar ese procedimiento especial al expediente 21.182 y al proyecto 23.090, la reforma para la jurisdicción especializada sobre crimen organizado.
Durante la sesión matutina de este miércoles, se rechazó la revisión de las mociones de la 829 a la 854, con lo que finalizó el debate.
Asimismo, los diputados rechazaron dos mociones presentadas por el Frente Amplio (FA), para que el proyecto fuera consultado, una pendiente desde hace semanas con la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y otra presentada hoy para actualizar las consultas a las organizaciones a las que se había remitido las versiones anteriores de la reforma, que se varió en la fase de mociones por un acuerdo entre cinco fracciones: el Partido Progreso Social Democrático (PSD), el Partido Liberación Nacional (PLN), el Partido Liberal Progresista (PLP), Nueva República (NR) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que se concretó en la moción 731.
Esto provocó el reclamo de Jonathan Acuña, del FA, quien resaltó que la consulta a estas organizaciones (ministerios, entidades autónomas, universidades, organizaciones laborales y sociales) no implicaría atrasar el proyecto, ya que pasaba a una fase de consulta obligada. «Me impresiona la negativa de esta Asamblea a realizar consultas, que no lo atrasarán un solo día», dijo. Acuña también había reclamado que la consulta a la OIT estaba pendiente de ser votada desde hace meses, y no se quiso realizar ni en la etapa de comisión, ni en el Plenario.
El proyecto que se convirtió en la principal apuesta del Gobierno para su primer año en la Asamblea Legislativa todavía deberá superar la consulta de la Corte, y probablemente una consulta de constitucionalidad ante la Sala IV, ya que la fracción del FA y un sector del PLN tendrían los votos necesarios para solicitar una revisión tanto de aspectos de fondo como de forma en el trámite de esta reforma.