Las personas que tengan préstamos en colones no sentirán un alivio en sus bolsillos ya que la tasa de política monetaria (TPM) se mantendrá en 6,5%.
Los tres riesgos que visualiza el Banco Central son: el alza en los precios de los combustibles puede generar alguna presión en la inflación, los factores climáticos y que se pueda incentivar la dolarización de portafolios financieros.
Y es que el precio del crudo viene subiendo en el mercado internacional y todavía no se sabe cuánto afectará al país y al mundo el Fenómeno El Niño.
“Consideramos que la no acción del Banco Central abre una brecha entre la postura de la autoridad monetaria y la dirección que llevan los agentes del mercado financiero para encontrar oportunidades de colocación de recursos. La recomposición de portafolios hacia el dólar es un movimiento inevitable debido a las condiciones actuales y esperadas para los rendimientos de los Tesoros”, aseguró Adriana Rodríguez, gerente General de ACOBO Puesto de Bolsa.
Las estimaciones apuntaban que la tasa de política monetaria podría llegar a 6% y eso sería consecuente con la baja en la inflación, el buen desempeño fiscal y la disminución en la colocación del crédito en moneda nacional.
Los intereses venían con una tendencia creciente desde enero a marzo, sin embargo, el Banco Central ajustó su tasa de política monetaria hacia abajo y esto hace que las entidades financieras recalculen la cifra que cobran por sus préstamos.
La disminución de la tasa de interés puede perjudicar a los ahorrantes porque reduce el rendimiento de sus depósitos y el valor real de su dinero, lo que disminuye su poder adquisitivo y su incentivo al ahorro.
Sin embargo, no hay razones para no bajar la tasa de política monetaria, más que se viene registrando una disminución en la inflación, lo cual traería beneficios para reactivar la economía, ya que los consumidores tendrían mayor disponibilidad de compra”, destacó Elizabeth Morales, subgerente de Coopecaja.
Hace un año, el Banco Central elevó la TPM para contener la inflación, en un contexto en donde el litro de gasolina superó los ¢1 mil por litro y el tipo de cambio del dólar alcanzó un récord de ¢700 por unidad en la ventanilla de los bancos. Esto hizo que la inflación se disparara por encima del 12%. Sin embargo, ese panorama ha cambiado.
Los modelos de proyección del Banco Central señalan que la inflación general, en lo que resta del 2023 mostrará variaciones interanuales cada vez menos negativas y que ingresará al rango de tolerancia alrededor de la meta en el primer semestre del 2024.
“En los últimos meses el Banco Central ha disminuido su tasa de interés, debido a la ausencia de presiones inflacionarias sobre la economía, sin embargo se espera que estas reducciones sean mucho más moderadas para lo que resta del 2023, esto debido a que disminuciones adicionales podrían incentivar una dolarización desordenada del ahorro, lo que ejercería presiones hacia el alza sobre el tipo de cambio y eventualmente podría comprometer la estabilidad de precios que procura el Banco Central”, explicó Javier Cortés, estratega de BN Valores.
Variación
La tasa de política monetaria fijada por el Banco Central viene disminuyendo pasando de 9 a 6,5% en lo que llevamos del año. Fuente: Banco Central.