El gobierno de Rodrigo Chaves realizó con éxito la primera colocación de eurobonos y ahora, debe prepararse para la segunda, por un monto de $1.500 millones, que se realizará en junio.
Esto beneficiará las finanzas públicas en dos sentidos, primero, porque se pagarán menos intereses por la deuda pública (al cambiar títulos caros por baratos) y segundo, provocará que el gobierno no tenga que endeudarse en el mercado interno, presionando al alza las tasas de interés generando tranquilidad a las empresas y a los deudores.
“Costa Rica no puede dejar de colocar porque lo fijó estratégicamente a nivel internacional y eso afectaría la imagen ante los mercados, lo que tiene que hacer es que el dinero que ingresa lo utilice bien, para no distorsionar el mercado cambiario, ni la baja en las tasas de interés”, aseguró Daniel Suchar, analista financiero.
El temor es que este dinero entre a las arcas del Estado y que presione el tipo de cambio aún más a la baja.
El precio del dólar cayó cerca de ¢60 en los primeros cuatro meses del año y esto afecta principalmente a las empresas que reciben sus ingresos en esa divisa.
“Considero oportuno que el Ministerio de Hacienda posponga la colocación y repare la deuda para no presionar más el tipo de cambio”, destacó Shirley Saborío, vicepresidenta del Consejo Nacional de la Competitividad.
El Gobierno tiene autorizado vender bonos de deuda externa por $3.000 en el 2023, $1.000 en el 2024 y $1.000 en el 2025.
“La primera colocación de eurobonos podría satisfacer la mayor parte del financiamiento durante este año, con lo cual, tendría poca necesidad de emitir títulos en el mercado local y no presionar más a la baja el tipo de cambio”, destacó Rodrigo Cubero, ex presidente del Banco Central y economista.
También, recomendó otras acciones para que realice el Banco Central para frenar la caída en el precio del dólar como pagar el crédito con el Fondo Latinoamericano de Reservas que solicitó en junio del 2022 cuando las presiones en el tipo de cambio eran al alza.
La fuerte y abrupta apreciación del dólar hace que los ingresos de las empresas bajen para todos los sectores, mientras sus costos en colones se mantienen, lo que eventualmente podría llevarlas a despedir personal, en un momento, en el cual, el desempleo afecta a 11 de cada 100 trabajadores.