La aplicación de herramientas de inteligencia artificial es el norte que pretende el Ministerio de Hacienda con el fin de tener “una gestión ágil, precisa y orientada a resultados”, afirmó dicha cartera.
La inteligencia artificial aporta al ámbito tributario ayuda en el análisis de grandes volúmenes de datos para identificar comportamientos sospechosos y patrones de evasión fiscal.
Puede automatizar tareas rutinarias, como la verificación de declaraciones fiscales.
“Para el Ministerio de Hacienda y el Proyecto Hacienda Digital es esencial contar con bases de datos adecuadas que permitan realizar una gestión ágil, precisa y orientada a resultados.
Este enfoque permitirá la creación de algoritmos avanzados y otros productos propios de la inteligencia artificial”, afirmó Cristian Barquero, director del Proyecto Hacienda Digital.
¿CÓMO HACERLO?
La hoja de ruta que pretende implementar el Ministerio de Hacienda consiste en una transformación de los sistemas, no solo actualizarlos, sino adoptar tecnologías que permitan analizar datos complejos de manera más rápida y precisa
Lo anterior permitiría una evaluación más completa de los riesgos aduaneros y tributarios, ayudando a la Administración Tributaria a identificar patrones, predecir tendencias y tomar decisiones más informadas.
Esto significa que con la inteligencia artificial Hacienda podría identificar las costumbres de consumo y producción prediciendo qué y cómo va a desarrollar la actividad económica de cada una de las personas.
Esa transformación ya empezó. Tributación Directa ya cambió el sistema que utiliza para realizar las auditorías, por lo que ahora se puede revisar esos procesos en tiempo real.
LEJOS DE
GARANTIZARLO
La experta en temas tributarios Silvia Castro afirma que estamos lejos de implementar una inteligencia artificial en todos los sistemas.
Lo que se buscaría es que los contribuyentes tengan las predeclaraciones.
Estas consisten en el cruce de datos por los sistemas y que Tributación le envíe la lista de lo que ha ganado y aquellos gastos que son deducibles.
Al final, el obligado terminará revisando si es lo correcto o si debe haber alguna corrección y apelar.
Castro afirma que este intento (el tercero que se hace) está lejos de conseguirlo. “Son muchos procesos y bastante complejos, así que todavía falta mucho camino por recorrer”, concluyó la experta.