El ministro de Hacienda, Nogui Acosta Jaén, insistió en la necesidad de reformar el impuesto de renta, partiendo del proyecto de ley presentado por el gobierno en mayo del año pasado, con el objetivo de modernizar el sistema tributario.
Así lo afirmó el miércoles ante los diputados de la comisión especial que estudia cambios a la Ley del impuesto sobre la renta, donde adujo que el país tiene un sistema arcaico y muy complicado para el contribuyente.
La propuesta del gobierno implicaría subir el tributo a las pequeñas y medianas empresas con ingresos brutos inferiores a los ¢120 millones por año. Actualmente, estas personas jurídicas pagan entre un 5% y un 20%, según su nivel de ganancias. Sin embargo, Acosta insiste en cobrarles un 30%, al igual que a las compañías con rentas más altas, estableciendo un esquema de flat tax (tarifa única).
En tanto, para las personas físicas, se propone equiparar el cobro de impuestos entre trabajadores asalariados e independientes, de manera que todos paguen igual que los primeros.
Este cambio beneficiaría a los independientes, pues actualmente afrontan una carga tributaria más alta.
Según enfatizó Nogui Acosta, el gobierno aceptaría que los independientes tributen solo si sus ingresos superan los ¢929.000 mensuales, al igual que ocurre con los salarios. Actualmente, el monto exento de los trabajadores sin patrono es de solo ȼ344.000.
Aunque eso implicaría una pérdida de ingresos para el Estado por ȼ52.000 millones anuales, el ministro de Hacienda consideró que se podría equilibrar al establecer la tarifa única para las personas jurídicas.
La viceministra de Hacienda, Priscilla Zamora, puntualizó que se mantendría la exoneración tributaria que tienen las nuevas micro y pequeñas empresas en los primeros tres años de operación, mientras que, para los no residentes fiscales que generan rentas en Costa Rica, sean físicas o jurídicas, el impuesto único sería del 15%, aplicable sobre el monto bruto de la renta.
Aunque Jonathan Acuña, del Frente Amplio, alabó la idea de elevar el monto exento del impuesto sobre la renta para profesionales liberales, cuestionó que en semanas recientes le hayan refutado una propuesta suya que tenía el mismo objetivo, sin dar mayores argumentos ni un cálculo de la afectación económica.
Cuando Nogui Acosta definió que la pérdida sería de ȼ52.000 millones al año, el frenteamplista pidió tener acceso a la estimación hecha y la metodología, así como la base de datos anonimizada para conocer la razón de esa brecha.
Adicionalmente, Acuña le aseguró al jerarca hacendario que no está de acuerdo en que el camino propuesto sea aumentarle la tarifa del impuesto a las pequeñas empresas.
La idea tampoco la vio con buenos ojos la diputada Paulina Ramírez, del Partido Liberación Nacional (PLN), quien refutó una afirmación de Acosta en el sentido de que el gobierno no propone un incremento en los impuestos, pues las empresas pequeñas sí pasaría de pagar tarifas de 5%, 10% o 15% a pagar entre dos y seis veces más de lo actual.
No obstante, Nogui Acosta aseguró que muchas de esas empresas hoy pagan cero colones por el impuesto sobre la renta, debido a que declaran cero ganancias ante la Administración Tributaria.
Frente a las preocupaciones por el aumento de tasas como la del impuesto que pagan las personas jurídicas, Acosta enfatizó que no se puede afectar el gasto social, beneficiando por ejemplo a los independientes y no equilibrando los ingresos fiscales, porque eso implicaría un desfinanciamiento en el gasto social y las responsabilidades del Estado.
Criterio renta-ingreso
En su exposición, Acosta puntualizó que la idea del Poder Ejecutivo es adoptar un sistema de renta personal y dejar de lado el esquema cedular, que se enfoca en gravar la relación renta-producto, para adoptar un sistema bajo el criterio “renta-ingreso”.
Según Acosta y la viceministra Zamora, la idea es medir el cambio en el patrimonio de una persona, física o jurídica, entre el inicio y el final del periodo fiscal.
El nuevo sistema también incluiría la renta global, en el que una persona estaría sujeta a pagar un único impuesto sobre la globalidad de sus ganancias, sea como persona física, jurídica o no residente.
La propuesta también incluye el criterio de territorialidad, entendido como gravar las rentas generadas en el territorio costarricense. Para las rentas pasivas extraterritoriales, lo que incluye intereres y dividendos por inversiones, el gobierno propone mantener un impuesto único del 15%.
Por su parte, el diputado Jorge Dengo, del Partido Liberal Progresista (PLP), comentó que él no ve de forma negativa la renta global, pero enfatizó que se requiere asegurar de que el sistema sea justo.
Dengo dijo que no está de acuerdo con que el sistema actual se recargue sobre contribuyentes cautivos, como los asalariados. Agregó que el esquema genera mucha informalidad en la producción.