Según la Comisión Fílmica de Costa Rica, un órgano interinstitucional con representación del sector privado, dicho incremento generó inversiones por un total de $25,2 millones durante ese periodo.

La gran mayoría de estos proyectos audiovisuales (un 70%), que abarcan películas, series, documentales y reality shows; fueron desarrollados por productores de los Estados Unidos, con una concentración significativa de California.

El restante son producciones de Europa, con una presencia más modesta de filmaciones asiáticas, según detalla la Comisión.

Conforme los datos proporcionados por la entidad, la inversión obtenida en este periodo se distribuye de la siguiente manera: $4,55 millones, en 2019; $2,72, en 2020; $3,45 millones, en el 2021; $9,24 millones, en el 2022; y $5,29 millones, en el 2023.

La disminución registrada en el último año se atribuye a la huelga que afectó la industria cinematográfica en Estados Unidos lo que obligó a producir proyectos de pequeña escala, según señala la Comisión.

La mayor parte de la inversión extranjera en esta industria tiene que ver con servicios contratados por las producciones (services). Estos gastos se distribuyen en rubros como alquiler de locaciones, transporte, alojamientos, renta de vehículos, asesoría legal, alimentación y servicios fílmicos.

Y todo hace indicar que el dinamismo del sector continuará. Para 2024 se prevé el ingreso de al menos $12 millones con proyectos confirmados al primer semestre del año, indicó José Castro Chacón, quien está al frente de la Comisión Fílmica.

Chacón manifestó que el objetivo es atraer inversiones de mayor cuantía, porque el país cuenta con todas las condiciones para desarrollarse como destino para la industria.

La Comisión Fílmica de Costa Rica, creada en el 2009, es la instancia encargada de la atracción de inversiones y la promoción de exportaciones de servicios de la industria audiovisual y cinematográfica.

La Región Chorotega es donde se ubican la mayoría de las filmaciones; sin embargo, también se desarrollan proyectos en las regiones del Pacífico Central, Brunca, Huetar Norte y Huetar Caribe, manifestó Castro.

Añadió que Costa Rica cuenta con 16 instituciones educativas superiores y técnicas que preparan especialistas para la industria, lo que representa una ventaja respecto al resto de la región y puede convertir al país en un punto de referencia.

Beneficios fiscales

La industria crece en el país de la mano de la aprobación, en diciembre del 2021, de la Ley de Atracción de Inversiones de la Industria Fílmica y la promoción mediante campañas en publicaciones especializadas internacionales impresas y digitales.

De hecho, la última campaña está centrada en el lema Costa Rica, inteligencia natural, basado en la biodiversidad del país.

La promoción también se realiza con la generación de enlaces (links generation) en todas las redes sociales y en los buscadores de internet, campañas digitales de posicionamiento y con la participación en eventos internacionales.

La nueva ley fue reglamentada en marzo de 2023, más de un año después de su entrada en vigencia. Johnny Corrales, secretario de la Cámara de Tecnologías de la Información y Comunicación (Camtic), indicó que el retraso obedeció a una revisión detallada del texto y el cambio de gobierno.

Mientras tanto, Ana Romero, gerenta del sector servicios de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), manifestó que la tardanza se originó por el análisis de los beneficios que otorga el marco jurídico.

La ley define como beneficiarios de los incentivos fiscales a personas físicas o jurídicas no domiciliadas en el país en calidad de productores o de coproductores que realicen proyectos de inversión fílmica o audiovisual debidamente aprobados por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).

Entre las ventajas impositivas están la exención del impuesto sobre la renta del personal pagado desde el extranjero y de las retenciones por remesas al exterior de personal extranjero que es pagado por la producción desde Costa Rica con fondos que no son generados en nuestro territorio.

En ambos casos se incluyen a los actores, actrices, directores, productores, personal técnico y todos aquellos necesarios para el desarrollo del proyecto.

También concede la suspensión de los tributos a la importación temporal de los equipos y repuestos para la producción fílmica y audiovisual, útiles, vestuario, maquillaje, escenografía y material técnico que se requieran para la realización del proyecto.

Por otro lado, cuando el beneficiario realice compras de bienes y servicios en Costa Rica directamente relacionados con el proyecto, que superen un monto de $500.000, se les otorgará la devolución del 90% del impuesto al valor agregado (IVA).

El restante 10% será destinado al Fondo para el Fomento Audiovisual y Cinematográfico, el cual fue creado por la nueva Ley.

Precisamente, el pasado 19 de enero la Dirección General de Tributación publicó la resolución que dicta el procedimiento de inscripción y devolución de impuestos, en el Diario Oficial La Gaceta.

La norma establece que una vez aprobado el proyecto específico de inversión fílmica y audiovisual (PIA), por parte de Procomer, deberá estar inscrito en Tributación, previo a cualquier actividad fílmica, con el fin de que todos los comprobantes electrónicos generados por el pago del IVA se puedan contabilizar correctamente para definir si procede o no la devolución.

La resolución indica que si el inversionista supera 183 días de estadía, Procomer deberá verificar que tengan su residencia fiscal en otro país, de lo contrario no optarán a los beneficios.

Sobre este último aspecto, Francisco Villalobos, especialista en temas fiscales y socio de la firma ICS, indicó que puede prestarse para litigios en el futuro, porque la DGT interpreta que aún si un proyecto supera 183 días, si se prueba que la persona extranjera que realiza producciones fílmicas en Costa Rica es domiciliado en otra parte, sí se le aplicarán los beneficios fiscales.

Villalobos indicó que la Ley dejó claro que estos incentivos son para no domiciliados con la intención de no crear competencias nocivas para quienes están ejecutando en Costa Rica la misma actividad y pagan impuestos sin derecho a que les devuelvan el IVA.

Impulsada por la Ley

Johnny Corrales, de Camtic, recordó que el gremio audiovisual impulsaba el establecimiento de un marco jurídico en la industria desde inicios de 1990.

En dicho sector están involucrados productores, directores, autores, animación digital y el sector de nuevas tecnologías que involucra la oferta de contenidos mediante plataformas digitales, conocidas como streaming.

Corrales aseguró que la ley aprobada en el 2021 pone a Costa Rica en el mapa regional de los incentivos para la producción fílmica, compitiendo ahora con República Dominicana, Colombia y Panamá, los cuales calificó como países con beneficios más amplios.

“Todo el dinero que entra a Costa Rica como services es un gasto. No se está produciendo para generar rentabilidad, todo se tiene que gastar porque la rentabilidad se da posteriormente. Todo proyecto que llega al país invierte el dinero en las localidades”, señaló.

Ana Romero, de Cinde, destacó que los incentivos aprobados en la ley están colocando a Costa Rica en el radar para las inversiones en la industria fílmica.

La nueva norma también establece facilidades migratorias como la visa temporal de trabajo o permiso migratorio a las personas extranjeras que se requieran para el desarrollo o ejecución de los proyectos a partir de la recomendación de Procomer.

Romero explicó que la inversión fílmica puede no considerarse inversión extranjera directa en el sentido tradicional, porque no implica una operación de largo plazo en activos físicos o el establecimiento de una entidad comercial. Sin embargo, sostuvo que contribuye a la economía por medio de la compra de servicios.

Otra modalidad de atracción de inversión extranjera es con la producción nacional de contenido de propiedad intelectual para ponerla a la venta fuera del país.

Sobre este rubro, Corrales resaltó que se dan los primeros pasos para promover la instalación de las llamadas empresas de economía naranja (producción de bienes y servicios culturales y creativos), específicamente en el campo audiovisual.

Actualmente, Camtic, Procomer, la Comisión Fílmica y la Fundación Madre Tierra Verde desarrollan un plan piloto de zonas amigables para la filmación, que inició en la Región Brunca con el fin de ofrecer servicios de producción fílmica organizados, logrando ya resultados en la agilización de trámites.

El sector trabaja, además, en la propuesta de un sistema de preventa de la oferta de la producción audiovisual nacional a manera de garantía para la obtención de créditos en el sistema financiero para desarrollar las iniciativas.