Si Costa Rica le quiere dar sostenibilidad a su sistema de pensiones debe ampliar la base contributiva, es decir, debe aumentar la cantidad de personas que aportan sus ingresos para atender a la población adulta mayor.
Para esto es necesario fomentar la formalidad. Y esto se logra mediante una reducción de las cargas que el Estado le rebaja a las empresas de Costa Rica.
Este fue uno de los mensajes centrales del jefe de la Oficina de México y Costa Rica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), Alberto González Pandiella.
El representante de la agrupación dijo que en la actualidad cerca de un 35% de las contribuciones patronales no se destinan al sistema de pensiones, sino que se dirigen a programas de otras instituciones principalmente para programas de ayuda social.
Estudios económicos de la OCDE han señalado la necesidad de cambiar la fuente de financiamiento de estos programas para que bajen las contribuciones patronales y así se impulse la formalización laboral.
“Contribuciones altas pueden dar un mayor recaudo en el sistema de pensiones en el corto plazo, pero al mismo tiempo al desincentivar la formalidad pueden suponer un riesgo a la sostenibilidad del sistema, al disminuir la base contributiva”, comentó González la mañana de este jueves 16 de mayo, durante un evento organizado por la Academia de Centroamérica y la Superintendencia de Pensiones (Supen).
Otra estrategia que recomienda la OCDE para ampliar la base contributiva es fomentando una mayor participación de las mujeres. Según el experto de este organismo en Costa Rica “la participación de la mujer es relativamente baja en comparación con otros países de la OCDE”.
Para esto, se debe hacer un refuerzo en los programas de cuido, tanto de primera infancia como para adultos mayores. Así no se recargaría sobre ellas la responsabilidad de cuido, que es una de las razones por las que son expulsadas del mercado laboral.
Tendencia mundial: aumentar la edad de retiro
El representante de la OCDE dijo que Costa Rica debe tomar en cuenta que ya se le está acabando el bono demográfico. Esto quiere decir que se acaba el periodo en el que el número de trabajadores es mayor que el de personas dependientes.
Esto implica que habrá menos personas cotizantes para sostener a una población en edad no laboral, es decir, a las personas adultas mayores.
“El bono demográfico está llegando a su fin y junto con Chile es uno de los primeros países en los que ocurrirá”, dijo.
Añadió que la tendencia mundial es aumentar la edad de retiro. De hecho, señala que en países OCDE ya se ha subido hasta 67 años.
“Estos incrementos tienden a ser impopulares y enfrentan resistencia”, comentó.
Explicó que algunos países lo que han hecho es vincular la esperanza de vida del país con la edad de retiro, de tal forma que si uno aumenta también lo hará el otro, o bien, si baja la esperanza también se reducirá la edad de pensión.
El evento en el que OCDE brindó las recomendaciones fue organizado por Supen y por la Academia de Centroamérica.
La jerarca de Supen, Rocío Aguilar y el diputado presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, recomiendan iniciar cuanto antes una conversación con todos los actores de la sociedad para hacerle cambios al sistema de pensiones y darle sostenibilidad.