Un comportamiento favorable en los precios de los productos junto con un crecimiento en el crédito mayor al estimado en abril pasado impulsan una leve mejora en la proyección de crecimiento del consumo de los hogares costarricenses para el 2024. Sin embargo, el indicador se mantiene por debajo del incremento del 5% registrado en 2023.
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) presentó este miércoles el Informe de Política Monetaria (IPM) de julio, una actualización de sus pronósticos para la economía, donde también revisó al alza sus estimaciones de crecimiento económico para 2024 y 2025, respecto a los datos publicados en abril pasado. Este análisis lo presenta cada tres meses.
El ente emisor proyecta un incremento en el consumo privado de 2,8% para 2024 y 3,9% para 2025, ambas cifras superan en 0,2 puntos porcentuales (p. p.) la estimación publicada en abril pasado, cuando la previsión para este y el próximo año más bien experimentó un ajuste a la baja.
Entre las proyecciones destaca el mayor aporte al crecimiento del consumo por el pago de servicios de alquiler de vivienda, suministro de comida y bebidas, productos alimenticios, servicios de salud y de transporte, particularmente de buses y taxis, según el documento.
Róger Madrigal, presidente del Banco Central, atribuyó este comportamiento del consumo a la mejora en los términos de intercambio. Este concepto hace referencia a la comparación entre el precio que tienen las exportaciones en relación con las importaciones. Su aumento es positivo en la medida en que el país puede comprar más bienes importados con la misma cantidad de bienes exportados.
“Una de las razones es la mejora en términos de intercambio; no ocurrió un deterioro que inicialmente se creyó. En los precios de los alimentos más bien hay una reducción mayor a la que se había pensado, entonces tenemos ganancia en términos de intercambio en 2024. En 2025 quedamos parecidos″, explicó el jerarca.
Según el IPM, las proyecciones contemplan un aumento del ingreso nacional disponible bruto de 2,9% para 2024 y de 3,9% en 2025, mejorando respecto a abril. Esta variable equivale al PIB más los ingresos primarios y las transferencias corrientes netas del resto del mundo.
Madrigal añadió que también debe evaluarse la manera en que los hogares financian ese gasto, que puede ser por medio de sus ingresos o mediante crédito. El presidente del emisor señaló que este último componente registra un alto crecimiento, pero con una disparidad entre el aumento en moneda nacional y extranjera.
Para este año, la proyección del Banco Central es que el crédito al sector privado crezca 7%, es decir, 0,6 p. p. más que en el IPM de abril. Sin embargo, en moneda nacional se estima un aumento de 5,6% (0,6 puntos porcentuales menos que en el informe pasado) y del 10% en dólares, superando en 3 p. p. la previsión anterior.
El informe destacó que se prevé una reconstitución de inventarios por parte de las empresas, que los habían reducido en 2023. Además, se espera que el consumo de los hogares sea favorecido por una aceleración en el ritmo de crecimiento económico del país.
De acuerdo con el Banco Central, el consumo de los hogares agrupa los bienes y servicios que las personas utilizan para su bienestar material, y refleja tanto la evolución de los ingresos como la riqueza de las familias, el momento del ciclo de vida de los miembros del hogar y su acceso a bienes públicos o subsidiados.
El año pasado, cuando el consumo experimentó un aumento del 5%, los componentes con mayor peso en el gasto de los hogares fueron alimentos y bebidas, seguido de transporte, comunicaciones y vivienda. Por otro lado, los de menor participación fueron artículos de vestir y calzado, y la educación.
Revisión al alza del crecimiento del PIB
En el informe, el Banco Central revisó ligeramente al alza su proyección de crecimiento económico para Costa Rica en el 2024. Se espera que la economía costarricense crezca un 4% en su producto interno bruto (PIB) para este año, un resultado superior al 3,8% proyectado en abril pasado.
La estimación actual del ente emisor coincide con la presentada en enero, que también fue del 4%. Madrigal señaló que, si bien se pronostica un crecimiento menor al de 2023, que fue del 5,1%, el aumento en la producción sigue siendo positivo. Asimismo, se elevó la estimación para 2025, de 3,8% a 4%.
“Es un crecimiento relativamente alto en el contexto internacional, pero ciertamente hay una desaceleración. Es muy difícil crecer a tasas superiores al 4%. De hecho, el promedio de países de renta media, con los que nos comparamos, crecen en torno a 3,3%. Crecer 4% es una muy buena tasa en el contexto actual”, aseguró Madrigal.
La mejora para este año se atribuye a un desempeño más favorable de la demanda externa, especialmente en productos agrícolas, manufacturas del régimen definitivo, servicios de información y comunicación, servicios relacionados con el turismo y empresariales, así como una demanda interna fortalecida.
Las exportaciones, otro componente clave del PIB, mostrarán un crecimiento más moderado. Después de haber aumentado 10% el año pasado, se espera que crezcan 6,1% en 2024. A pesar de esto, la proyección es superior a la de abril, que fue del 5,4%.
Entre los sectores que se reducirán destacan, principalmente, los servicios empresariales, hotelería y restaurantes, y la actividad agropecuaria. Por otro lado, se pronostica un crecimiento en las actividades de manufactura, intermediación financiera, información y comunicaciones, así como inmobiliaria y construcción.