La decisión del gobierno de postergar el pago de deudas que vencían en el 2025, hacia años venideros, explica en buena parte por qué el Presupuesto Nacional del próximo año será más bajo que el anterior en ¢244.000 millones (un 1,9% menos).
El gasto total y corriente del Gobierno no podrá crecer más de un 3,75% el próximo año, según lo establece la regla fiscal para el presupuesto nacional de 2025.