Banco Central se niega a reducir la tasa de interés de referencia en colones, pese a recomendación técnica

La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) ignoró, por segunda ocasión, la recomendación de su División Económica de reducir la tasa de política monetaria (TPM) en junio pasado.


El pasado 19 de junio, la propuesta de los economistas de la institución fue reducir la tasa de referencia en colones del 4% al 3,75%. En la última reunión de política monetaria, de diciembre del 2024, el órgano colegiado también se separó de lo propuesto en el informe técnico de la TPM.


Sin embargo, cuatro directivos votaron por mantenerla en 4%, mientras que dos se manifestaron a favor de bajarle 25 puntos base, según el acta 6262-2025 del pasado 19 de junio. La TPM es la principal referencia para el mercado en colones, ya que influye tanto en los créditos como en los ahorros.


“El equipo de la administración, que trabaja en esto para hacer la recomendación, analizó con mucho detalle la información que tenemos el día de hoy. Voy a presentarla, que es una reducción, la recomendación sería una reducción de 25 puntos base, para ubicar la tasa en 3,75%“, afirmó Alonso Alfaro, economista jefe del Banco Central.


Según el acta, Alfaro argumentó que esta recomendación de la División Económica se sustenta, principalmente, en el comportamiento de la inflación, debido a que el valor es negativo. Además, las proyecciones indican que se mantendrá por debajo del rango de tolerancia (entre 2% y 4%) en el próximo año.


Róger Madrigal, presidente del Banco Central, no coincidió con la recomendación, ya que consideró necesario mantener una postura prudente en materia de inflación. Añadió que existen presiones inflacionarias por el aumento en los precios del petróleo.


Madrigal también manifestó que la inflación negativa a mayo no es consecuencia de una política monetaria restrictiva. Agregó que también debía valorarse el comportamiento de la inflación subyacente, que ha sido positiva.


    “Ya tenemos dos años de ostentar cifras negativas por debajo de la meta, establecidas también por la Junta. Es mucho tiempo, pienso yo“.

    —  Jorge Guardia, director del Banco Central.


“Cuando se compara la tasa de política monetaria real con la tasa neutral, estamos en esa neutralidad. Entonces, por ahí tampoco encuentro una razón monetaria como para pensar que tenemos una restricción monetaria que lleva a que la inflación sea negativa”, afirmó el jerarca.


El economista jefe del BCCR señaló que, en escenarios de estrés como una posible subida en los precios del petróleo (que se valoró como parte del análisis), esos movimientos no desviarían la inflación del objetivo (el 3%), siempre que el emisor actúe conforme al contexto.


En ese sentido, Madrigal indicó que el BCCR no formula política monetaria con base en aumentos puntuales en los precios del petróleo o de otras materias primas, aunque enfatizó en que deben ser conscientes de que estos incrementos podrían generar un efecto posterior.


Max Soto, directivo del ente emisor, argumentó que la situación para el momento de la decisión es más compleja que la que tenían cuando dictaminaron mantener la TPM antes de la reunión de junio.


Marta Soto y Silvia Charpentier comentaron, entre otros aspectos, que en el entorno internacional incrementó sustancialmente el nivel de incertidumbre, por lo que se inclinaron por mantener la tasa en 4%.


Por su parte, Alfaro destacó que la información sobre la actividad económica muestra una desaceleración que “no pasa desapercibida”. Además, reconoció que el escenario global es de una “altísima incertidumbre”, con riesgos a la baja en inflación y perspectivas de crecimiento menores, que podrían impactar al país.

A favor de bajarla


Los directivos Jorge Guardia y Juan Robalino consideraron apropiada una rebaja de 25 p. b. en la TPM, en línea con la recomendación del equipo económico del ente emisor.


“Ya tenemos dos años de ostentar cifras negativas por debajo de la meta, establecidas también por la Junta. Es mucho tiempo, pienso yo. Esta trayectoria es incompatible con el esquema de metas de inflación, independientemente de los distintos factores que han incidido en los respectivos índices debemos señalar que la TPM no ha logrado alcanzar las metas”, argumentó Guardia.


El directivo afirmó que, si bien una inflación por debajo de la meta del 3% favorece más los intereses del país, la política monetaria no ha cumplido el objetivo inflacionario definido por la Junta Directiva del Banco Central.


    “Una reducción de la tasa de 25 p. b., difícilmente va a afectar significativamente los niveles del tipo de cambio”.

    —  Juan Robalino, director del Banco Central.


Por su parte, Robalino comentó que, para mayo, 12 de las 13 categorías dentro de las 28 divisiones del índice de precios al consumidor se ubicaban por debajo del rango de tolerancia inflacionaria del emisor.


“Una reducción de la tasa de 25 p. b., difícilmente va a afectar significativamente los niveles del tipo de cambio, además, y como lo mencioné en la decisión de política pasada, creo que la posición del Banco Central es suficientemente fuerte como para enfrentar cualquier choque temporal”, dijo Robalino.


Ambos directivos también señalaron un debilitamiento del empleo y de los niveles de crecimiento de la actividad económica, particularmente en el régimen definitivo.


“Por lo tanto, una disminución de 25 puntos base no representa un riesgo inflacionario relevante (...) En suma, la economía está lejos de recalentarse, pero no queremos que se enfríe innecesariamente, mantener la política ligeramente restrictiva como ahora, no es lo que necesitamos”, expresó Guardia.


Desde octubre pasado, la TPM se mantiene en 4%. La Junta Directiva del Banco Central se reunirá este jueves 17 de julio para tomar su próxima decisión de política monetaria.

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